Gente que se dio una vuelta


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20 de junio de 2010

No soy yo, sos vos. Que te quede claro.


Es sabido que somos y estamos cada vez más ansiosos. La espera no es lo nuestro. Ejemplo trivial: te comprás una, suponte, multiprocesadora. Denodadamente intentás ensamblar las demoníacas partes por 10 minutos. Ahí, al no lograrlo, te das cuenta que mirar el manual puede ser útil. Había consignas e instrucciones. Si no las seguiste, hacete cargo.

Lo decía de los niños, pero es también problema de los adultos. Algo tan simple como escuchar un par de instrucciones, leer un par de renglones para luego hacer algo -armar la procesadora,  avanzar en un trabajo, en una lectura, en algo- no debería ser demasiado complicado, ¿no?.

-Che, para poder prender la estufa necesitás sostener la perilla en piloto un minuto largo.
-OK.

Diez minutos más tarde:

-La estufa no quiere andar.
-¿Hiciste lo que te dije?
-¿Qué?.

Si te miro mal, sabélo, no es mi culpa.

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