Gente que se dio una vuelta


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31 de marzo de 2011

Niños...

Loli, que hace un mes empezó segundo grado, se quejaba:

-En el cole seguimos con cosas de primero.
-¿Por?
-Son cosas que ya vimos, contar, sumar. La seño dice que tengo que esperar.

Más allá de lo graciosa que es la mocosa esta, pensaba: ojalá guarde esas ganas de más, de aprender, de profundizar o avanzar, no sé. Y a la vez me dolía que en la escuela, como en tantas otras cosas, los ritmos se unifiquen, se uniformen.

¿Cuántas veces es posible captar la atención, el deseo, las ganas de aprender de alguien?. ¿Cuánto se pierde por no atender este deseo, y no sólo en los niños?. No es de extrañar que luego nos conformemos con poco, si desde chicos nos achanchan. El sistema es así.

Faltan maestros vitales.

30 de marzo de 2011

Ya no estamos en Disney

BAMBIFICACIÓN: Transformación mental de las criaturas de carne y hueso en personajes de los dibujos animados que poseen las actitudes y la moral burguesa judeo-cristiana. 
(Douglas Coupland, Generación X)

Al ver la simplificación con la que algunas personas miran las cosas, me venía esta definición de ese libro clave (léanlo, puede que atrase una década o un poco más, pero vale la pena; a mí me lo había prestado hace añares Guille). Lo gracioso fue encontrar esta expresión y definición ahí, ya que desde antes en un grupete de amigos, usábamos la palabra Bambi para describir justo eso. Es más, una frase que usábamos bastante era "lo picó un bambi".

Los bambis son binarios, monócromos, tienen sólo on/off; son inocentes no por buenos, sino por cortos... Todo lo que implique un análisis un poco más profundo, demorado, es visto con sospecha. La mera posibilidad de pensar mal los espanta, no por buenos, sino por negar el conflicto.

Pero como son taaan lindos, dan no sé qué, pobrecitos...
Sí, pobrecitos. 


Pobrecitos nosotros.

29 de marzo de 2011

Ansiolíticos intelectuales III

Terminé anoche Kafka en la orilla, de Haruki Murakami. El año pasado, creo, había leído Norwegian wood, del mismo autor. La segunda si bien me había gustado, me había resultado poco oriental (¿?). Esta otra, larga, con más personajes, si bien es más oriental (¿?) no me terminó de convencer: del 1 al 10, un 7.

Lo bueno: por más que me digan que este señor escribe genial y que él mismo es un genio, ya está: le di un par de oportunidades y no terminé de engancharme con el ritmo, la historia... no sé. Lo cual ayuda a reducir la lista de cosas para leer-ver-hacer y disminuye un poco la ansiedad.

Eso sí: me puedo dar el gusto de decir, displicente:
-¿Murakami? Sí, leí un par de cosas... no, no me termina de gustar.

¿Soy cool?

PD: aunque hay un libraco suyo (1Q84) que ya me está intrigando.

28 de marzo de 2011

Jet lag

Fin de semana con feriado puente: del jueves al domingo.

Jueves salida "al campo", viernes de limpieza y orden, sábado y domingo de rutina y trabajo. Pero con la tremenda sensación de estar en el momento o día errado. Es decir: despertar a la madrugada del viernes con la impresión de haberme olvidado de algo; estar convencido -varias veces en el día- que el sábado era domingo; equivocarme en el día de casamiento de una amiga.

Hoy, que es lunes, creo, tengo ganas que sea feriado como para poder ordenar un poco el desorden que me quedó en la cabeza. Pero hay que seguir. Alguien que me resetee, por favor...

27 de marzo de 2011

Capas

Otra vez me encontré arrinconado: hice un comentario irónico, sutil pero no tanto. Varios lo captaron al vuelo -tampoco era física cuántica, vamos-; otros creyeron, no más. No sabemos qué. Dilema:
  • les hago notar que no lo entendieron y quedan como tarados (o ni siquiera)
  • o bien, les hago notar que no entendieron y quedo como un guacho por pensar mal
  • ignoro lo dicho por estos, y que pase como que nada
  • intento que se den cuenta hasta que me frustre una vez más y me traten de intolerante
  • lo dejo pasar pero internamente pienso "¡qué pelmazos, dios!"
Todas las opciones abren una serie de acciones, reacciones o consecuencias que no sé si quiero afrontar. No es mi culpa que haya quienes no puedan/sepan/quieran ver más que en blanco y negro. O que sólo tengan on-off.  Vamos, gente, un stand by, aunque sea.

26 de marzo de 2011

Recreo

Hacía tiempo que con la tribu nos debíamos una salida "al campo", por llamarle de alguna manera. Partimos hacia Carlos Keen en dulce patota con la idea de comer algo rico, matear, cambiar el paisaje y disfrutar del día y las compañías.

A 80 km. de la ciudad de Buenos Aires, un pueblo que supo de progreso en las primeras décadas del siglo XIX y que a fines de ese mismo siglo casi se convierte en fantasma. Un pueblo que ahora, con la excusa del turismo, la gastronomía "criolla", lo campestre (?), resurgió con calidez y calidad. Construcciones viejas, la estación abandonada donde ya no pasa el tren pero se hace la feria, la iglesia y el galpón de la sociedad de fomento...

Pero lo que me emocionó fue que en el granero de la estación (vacío e inútil gracias a las políticas neoliberales), se generó un espacio de teatro, cine, talleres, bar, información, arte... Como si la nueva riqueza fuese recuperar la cultura y el encuentro.

Estuvo bueno, muy bueno. El lugar, el día y la compañía.

25 de marzo de 2011

Miradas

Ayer en mi país, Argentina, se celebró (no dije se festejó, sino se celebró) el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Politizado, seguro, y "tomado" por la izquierda, como acusan muchos, pero tan necesario.
Necesario para mirar y no volver, por defecto o exceso, a lo mismo.

La memoria dolorosa de los desaparecidos y de otros arrebatados de esos años tremendos, me hicieron cuestionar si era o no correcto llevar escarapela, incluso intercambiamos ideas con Mariano. Decidí usarla, con un poco de cinta negra: la escarapela por lo del día nacional, la cinta negra por el duelo.

Pero no sólo duelo por los que han sido arrebatados, sino (me) duelo por cuánto nos cuesta esta memoria, este ser argentinos plurales pero no opuestos, este país que amamos y no amamos irremediablemente.

Me duelo, pero recuerdo, celebro y proyecto. No estamos solos.

24 de marzo de 2011

Siluetas

Crecí con los silencios,
las sospechas,
las mentiras.
Sin nombrarlos,
sin mirarlos,
sin tenerlos.
Descubrí que
los silencios gritan,
las sospechas matan,
las mentiras mueren.
Armo
una historia,
un relato,
una voz.
Tengo por papel
los espacios
tristemente blancos
de las siluetas.

24 de marzo de 2011

23 de marzo de 2011

Wish list

Por un día (o un par, o una semana) quiero:

  • ser egoísta y que no me importe
  • ser egocéntrico sin culpas
  • buscar sólo mi interés
  • andar impunemente por la vida
  • no darle el lugar o asiento a los viejos
  • tirarle de las orejas a los niños molestos
  • reírme de las ilusiones ajenas

Pero parece que todos los puestos están sobreocupados.

22 de marzo de 2011

Órbitas

El sábado tuve un casamiento, iglesia y fiesta. Se casaban María y Jérôme, ella argentina, él francés. Encanto de pareja.

Una mini torre de Babel: a los invitados criollos se sumaban los europeos y algunos de América del Norte. Francés con acento argentino, castellano con egggues estiradas, inglés como lingua franca, alguna aspereza teutona.

Internamente me daba un poco de risa: el ex embajador argentino en Francia, un capo de Peugeot (que suena más a pushó), gente de la high que es tan high que ni sale en las revistas... y yo ahí.
Lo que me daba risa es lo variado de las mesas que me toca compartir, las realidades a las que me toca asomarme.

Un poco más cerca de la esquizofrenia o del choque de planetas. Pero muy divertido.

21 de marzo de 2011

Fariseos s XXI

Charlaba con Inke, de lúcidos y alegres 80 años.
Me contaba de una nieta de ella que está en Madrid; allí vive en pareja con un madrileño "soñado", en palabras de Inke. Su nieta está embarazada y ella feliz porque la ve contenta y plena, al lado de un buen hombre.

Contaba también que una nuera suya, muy religiosa, madre de unos cuantos, de misa diaria, cuando se enteró dijo:
-No quiero oír de ese bastardo.

Se me cruza por la cabeza: el origen de Jesús, ya que esta señora es tan creyente, ¿no fue un origen bastardo, estrictamente hablando?. No sé, digo...

20 de marzo de 2011

Ansiolíticos intelectuales II

Viene de lo de ayer...


Pero por más que lo intente, no siempre puedo "bajar las calorías":
  • alguien que conozco me regala un libro que le gustó y como confío en él/ella, lo leo.
  • me recomiendan tal película; la veo, me engancho con el director y...
  • salen cientos de bandas mediocres pero decenas de bandas geniales.
  • incluso las mediocres tienen un par de temas que tengo que escuchar.
  • ¿No leíste Borges?, tenés que hacerlo. Y ahí ya tengo para otra vida.
  • Exégesis sociológica también.
  • El Bafici que se viene.
  • La cartelera teatral de Bs As tan prolífica y yo sin tiempo o dinero para ver tantas cosas buenas.
  • Derrida y Foucault dicen eso, te los recomiendo, dice Mariana. Uf, más cosas.
  • retomar pintura no estaría mal.
  • ad infinitum.

¿No les digo que es imposible de a ratos?.

19 de marzo de 2011

Ansiolíticos intelectuales

Decía Mariana en su blog: sobran cosas y falta tiempo (http://marianatieneblog.blogspot.com/2011/03/sobran-cosas-y-falta-tiempo.html). Lo decía por lo tanto libro para leer, peli para ver, música para escuchar. Justamente  eso, entre otras cosas, había aparecido en terapia.

Aparecía como la necesidad de discernir, de acotar, de que cada cosa tuviese peso y lugar diferente. Los que tenemos cierta tendencia a la avidez intelectual, por llamarla de algún modo, tendemos a querer leer, mirar, saber todo: autores modernos y clásicos, literatura rusa, latinoamericana y vietnamita, cine indie y main stream. TODO. No se puede, claro.

Un camino que estoy intentando recorrer es la austeridad también en esto; incluso re-leyendo, re-viendo, re-escuchando tanta cosa linda y buena. Si algo bueno aparece, bienvenido. Pero con lo bueno, lo excelente que tengo, me alcanza para un rato más.

18 de marzo de 2011

Qué sé yo

Intento mirar/pensar un poco más en profundo lo que está pasando en Japón. Quiero decir, no sólo lo tremendo de la catástrofe natural, sino el plus que le agrega el riesgo nuclear.

Si sabemos que lo nuclear es peligroso, inestable, ¿por qué seguimos produciéndolo?. ¿Vale más la seguridad (¿?) de la energía que la de las personas?. No sé, no me interesa aprender del tema, no quiero las excusas de la seguridad nacional, que me recuerdan épocas nefastas.

¿No hemos comprobado ya -Hiroshima, Nagasaki, Chernobyl, desierto de México, atolón de Mururoa- que esto hace mal? Y no digo que sea malo, hace mal, que es distinto. Nos conmovemos y asustamos. ¿Prevenir en profundidad?. No, gracias.

Qué humanidad inentendible.

17 de marzo de 2011

Infinitudes

Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro. (Albert Einstein)



Lo reconozco, lo admito, me hago cargo: no soporto la estupidez. Me resulta terriblemente ¿violenta?. No hablo de incapacidades, de discapacidades, de equivocaciones. No. Hablo de las personas que en algún punto eligen pensar menos, saber menos, hacer menos. Total... otros saben, hacen, piensan.

No digo que todos tengamos que saber todo. De hecho, mi cerebro no tiene la parte de las ciencias exactas. Pero sí creo que tenemos que saber cada quien su métier,  cuidar el pedacito de tarea que le toca. Comprender que la capacidad o incapacidad repercute en la familia humana.

Compruebo: hay quienes hacen de la estupidez su métier. Jodan a quien jodan. 

16 de marzo de 2011

Descentrar

"La verdad que uno se queja de cada pavadas"
"Cuando lo vi tan mal me di cuenta que lo mío no es nada"

Frases hechas que me dan gracia. O pena. Es obvio que siempre habrá quien esté peor, tanto como que siempre alguien estará mejor (aunque no necesariamente en todos y cada uno de los aspectos vitales). Pero algún tipo de sadismo hace que el mal o la desgracia ajena venga a minimizar la nuestra.

Lo duro es que esta manera de mirar no deja de centrarse en uno mismo, en el yo, en el ego: el otro, la otra es la medida de mi dolor, desgracia, fortuna. ¿Podremos mirar más limpia y pluralmente?.

15 de marzo de 2011

No green

Curiosamente, en una sociedad de mercado, donde todo es mercancía con precio, las cosas pierden valor. Se hacen descartables, desechables. El círculo estímulo-consumo-descarte-reemplazo nos devora.
En casa no anda más la impresora: epson decide, arbitraria y monopólicamente, que cada X cantidad de impresiones o X cambios de cartuchos no originales, deja de andar. No se rompe, no: deja de andar.

Ergo: debemos comprar otra cuando aún la actual tiene vida útil para largo. Debemos, digo, porque por cuestiones administrativas se usa y mucho. Entonces, miles de impresoras (heladeras, lavarropas, plasmas, pongan lo que quieran) cada día pasan a engrosar la basura no degradable, agresiva, que, por otra parte nos dicen que le hace mal al planeta. Detesto tener que consumir.

Eso sí: a esquizoides, no nos gana nadie.



14 de marzo de 2011

There's a fine line

Hay una delgada línea entre:
  • lo sublime y lo ridículo.
  • lo servicial y lo servil.
  • la bondad y la idiotez.
  • la cercanía y la asfixia.
  • la ironía y la crueldad.
  • la independencia y el desinterés.
  • la firmeza y la dureza.
Y todos la hemos cruzado alguna vez al menos.

13 de marzo de 2011

Nerds del mundo, uníos.

Por un comentario de Mariana en facebook sobre cómo se reducía el subjuntivo a lo "irreal o hipotético" comenzamos un intercambio de treinta mensajes. Me reía o me espantaba de mí mismo, por lo nerdie de  la situación. Si el lenguaje se puede separar de la filosofía, si el pensamiento se achica al tener menos posibilidades de distinguir, si blablabla. Recomendación de libros incluida.

A los dos días, en una fiesta de casamiento, Iñaki comenta, a partir de la pregunta por el color de un farol, que está leyendo Through the language glass: why the world looks different in other languages. Es una tesis en lingüística acerca de la percepción de la realidad de acuerdo a los diferentes idiomas, la anterior evolución de la lengua y no sé qué más.

Le recomiendo Etimología de las pasiones, de I.B.. Ahí nomás, Milenka (estudiante de letras) comenta algo así como lo de la interrelación entre las palabras y la captación y la interacción con la realidad, cómo se achica o agranda.

No estamos solos.

12 de marzo de 2011

Imágenes

Hay algo medio enajenante en esto de ver en vivo y directo cómo el mar penetra en Japón, los autos flotan en olas enormes conviviendo con barcos, la tierra se conmueve. Mientras lo miro en la tele, acá hace calor, mucho, los pájaros cantan, el verano no termina de irse, planeo un casamiento que tengo a la noche y preparo el almuerzo.


Hay algo antinatural en el simple hecho de poder comer con esas imágenes adelante, mientras invoco a los dioses de esa parte del mundo para que el reactor nuclear no falle ni tenga fugas. Tan cerca, tan lejos. Tan tremendo, tan natural.

Pensar en las víctimas mientras TN y La Nación, a renglón seguido del desastre y con el mismo tono, hablan de la caída de las bolsas. Decirme y escuchar decir: ¿cuántos son 90.000 desaparecidos? ¿sólo 300 muertos por ahora?.

Que el espanto no nos espante es tremendo.

11 de marzo de 2011

Spicy II

Lo de ayer me parecía parabólico porque, como le decía a Mariana, si siempre comés/leés/mirás/escuchás lo mismo, te perdés algo. No porque crea que haya que probar absolutamente todo en la vida para ser un capo, sino porque lo variado ensancha la mirada, el paladar, la mente, el oído.

Pienso:
el que sólo come, ponele, fideos con manteca o sushi.
el que sólo oye cumbia o clásica.
el que sólo mira pelis de terror -en todo sentido- o vietnamita.
el que lee sólo el Gráfico o Murakami.

Insisto: no digo que tengamos que pasar por todo, sino aunque sea, de vez en cuando, corrernos de lo de siempre y dejarnos asombrar, desinstalar, sorprender.

Si no somos capaces de matices, de "algo más que lo de siempre", nos achicamos humanamente.

10 de marzo de 2011

Spicy

Llegué temprano a casa de los viejos y mientras papá buscaba a los niños de mi hermana en el cole, mamá me pidió una mano en la cocina. Ella cocina porque no le queda más remedio: no le gusta y no lo oculta; a mí me gusta cocinar. Para ella sazonar es poner sal, y, con toda la furia, perejil. Yo busco especias y cosas raras y hago experimentos.

Eso no les gusta a los nenes, advertía mamá.
Yo seguía, ponía sabores, mezclaba, y aprovechaba para charlotear con la vieja. Son momentos en los que ella se despacha con chismes, cuitas, novedades...

Cuando llegaron los niños y nos sentamos a la mesa, lejos de rechazar los sabores, los disfrutaban, intentaban descubrirlos. Me pareció casi una parábola de tantas cosas... ¿No será que no estamos entrenados para paladear algún sabor más profundo que los fideos con manteca?. ¿Y si probamos ir mechando cosas, aromas, colores, sabores, palabras, ideas?.

El paladar se educa, la cabeza también. Pero si siempre comemos lo mismo... perdemos.

9 de marzo de 2011

Correte de ahí

La incomodidad es cómoda. Digo: ¿vieron que hay personas -y todos somos personas- que se quejan de algo y a la vez, ese algo es su lugar de seguridad?.

Una enfermedad, una situación medio violenta, la sobrecarga laboral, un conflicto con alguien. Incomodidades que molestan pero que nos resultan conocidas, seguras. ¡Es tan difícil correrse de ellas!.

Correrse de lugar del pobrecito, el sacrificado, el proveedor, el mártir. Es más difícil de lo que parece. Al momento de quejarnos, nos sale, lo decimos, lo detectamos. Pero es preferible esta esclavitud al riesgo de otra cosa. 

8 de marzo de 2011

Que parezca un accidente

-Pero esa húngara que murió, ¿será la misma húngara que yo conocía?
-Pero mamá Cora... ¿Qué duda cabe?

Una de las grandes películas argentinas, Esperando la carroza. Espejos para temer porque no deforman. Cuando mucho caricaturizan. Y todos cabemos en alguno de esos personajes. Pero peor aún es encontrárselos.
  • Cierta señora que para ser fina se compra un perrito y lo alimenta con queso crema.
  • Algún chanta que occidental y cristianamente se come los ahorros (las empanadas de la peli) de su hermano más pobre para no arriesgar su capital.
  • La vieja que impunemente cree que el mundo gira en torno a ella.
  • La clase media que agoniza y da sus estertores, manoteando y no queriendo hundirse sola.
Y esa cosa que me dice, nos dice, que tan ajenos no me resultan.
Libera nos, Domine.

7 de marzo de 2011

Sin ropas

Unos días en la playa me disparan para estos lados. Como en el mar andamos con menos ropa, más desnudos, se notan más los rollos, las celulitis, las panzas... Y también otras cosas:

  • la ausencia o la retirada del adulto: los niños (y no tan niños) boyando.
  • la falta de límites o de pensar en los demás: andar en cuatriciclos donde hay nenes, no es de buena persona.
  • la ecología es un cuento: casi nadie guarda su basura y se la lleva.
  • todo está más a flor de piel: por un churro o un mate, puede declararse una guerra.
  • los seres humanos somos magnéticos: tenés paladas de lugar y te ponés a 4 metros. ¡No jodas!.
  • la edad nos pone mañosos: los bebés comen arena con placer, los adultos la soportamos como podemos.
  • los cuerpos perfectos son una ilusión del photoshop. O al menos no andaban por donde estábamos nosotros.
  • nos ponemos un poco filósofos: el mar invita a pensar, aunque nos hagamos los giles.

Y de paso podés descansar un poco. Nada mal.

6 de marzo de 2011

Lo bueno si breve...

Listo, para cuando esto esté posteado, ya estaré de regreso en casa. Cinco días de playa, mar, sol y buena compañía. Lo justo, aunque un poquito más no hubiese estado mal.

Rescato:
  • lo bueno que estuvo compartir tiempos y soledades
  • lo divertido de tener un par de niños con nosotros, excusas perfectas para jugar, hacer castillos de arena y demases.
  • las charlas demoradas, deshilvanadas e hilvanadas.
  • sabernos y reconocernos parte de la misma tribu.
  • aceptarnos y aguantarnos.
  • confiar en que nos queremos bien.
Ahora, a seguir.

5 de marzo de 2011

Mientras tanto, busco II

Alrededor de la mesa compartida, pensábamos juntos, en voz alta, qué es lo que vendrá luego que este sistema . La acumulación de varios es el hambre de muchos; la explotación -y no siempre esclavista- de los trabajadores produce la riqueza de algunos; los desequilibrios son cada vez mayores, de uno y otro lado, y pareciera que mucho más veremos sin sorprendernos demasiado.

Para mí (por creerlo e intentar vivirlo), una de las claves es animarse a la austeridad. A no confundir necesidades y caprichos, a desenmascarar los deseos inventados, quiero comer en Mc Donald's, ponele, al deseo genuino: quiero, necesito, comer.
El simple ejercicio está bueno. Al menos a mí me ayuda a discernir algunas cosas, no todas, no todo el tiempo. Y si en algún momento aparece alguno que no es taaaan necesario, así puedo darme cuenta y decirme: ok, puedo vivir sin esto -libro, película, sushi- pero tengo ganas de.  Creo que me hace más libre.


Otro tema es cuál es el criterio de austeridad. Otro tema, dije.

4 de marzo de 2011

1984 II

Que quede claro que no creo en teorías conspirativas, bah, no creo en todas y cada una, pero de a ratos me pregunto: ¿Quién, a quiénes beneficia el estado de aturdimiento, la anestesia no pensante generalizada?. Es más: me parece que admitir que hay cierta búsqueda de aturdir, se postula, casi necesariamente y como antítesis o némesis, al menos, una elite que piensa beneficiarse en el corto y largo plazo.

Ciertamente, no a nosotros -no a mí, al menos- nos toca este beneficio. Pero me resulta indudable que alguien (¿el poder o alguna abstracción semejante?) que busca atontar, descerebrar, ve en esto un bien para sí. Raro, porque en muchas cosas estamos avanzando a pasos enormes como humanidad, pero en otras -reflexiones, pensadores- perdemos a toda velocidad.

3 de marzo de 2011

1984

Pablito -no, yo no, otro, tan mal no estoy- me prestó hace unos días 1984, libro de Orwell de mediados del siglo XX. En él aparece la figura de un estado totalitario, híper controlador, donde Gran Hermano maneja y vigila cada paso, cada pensamiento, cada decisión, donde todos son sospechosos o peligrosos. Me debía a mí mismo leerlo. A las pocas páginas me encuentro con el párrafo que sigue:


"En el fondo de tu corazón prefieres el viejo idioma con toda su vaguedad y sus inútiles matices de significado. No sientes la belleza de la destrucción de las palabras. ¿No sabes que la neolengua es el único idioma del mundo cuyo vocabulario disminuye cada día. ... ¿No ves que la finalidad de la neolengua (idioma que es inventado para reemplazar al anterior, con una economía tremenda de palabras) es limitar el alcance del pensamiento, estrechar el radio de acción de la mente?."

Me asombré al reconocer mi intuición: no es inocente ni neutro poder tener palabras, expresar ideas con matices, buscar decir-se. No es inocente este robo, esta depredación que se viene haciendo con las lenguas. No, no es inocente, es tremendo.

2 de marzo de 2011

Intersecciones II

-¿No es medio mentiroso lo de los conjuntos?
-No entiendo...
-Claro, ¿no te mentís o le mentís a los demás haciendo creer que la zona sombreada existe en sí misma?

Si se entendió eso, no es lo que quise decir, sepan disculpar. Creo que lo que deseaba decir iba más por el lado de descubrir cómo ya mismo estamos sumergidos en una múltiple pertenencia. No se trata de hacer como que, sino que convivo con eso, eso convive en mi.

No siempre pacíficamente, no todo a la vez, pero se da. Quizá el punto sea que algunos ni siquiera se asoman a tal posibilidad por creer que sólosomosunaylamismacosasiemprejamás. Achica y empobrece.

1 de marzo de 2011

Intersecciones

La tentación de la pureza absoluta, de lo inmaculado e incorruptible es un espejismo. Es más, es fundamentalista. Es pretender una cosa prístina e impoluta que aleja de los demás -que son fuente de contagio-, que condena a quienes no son de los nuestros -por lo tanto, son malos- y deriva en neurosis, en el mejor de los casos.
Me acordaba por eso, de la teoría de conjuntos, cuando se daba un territorio común compartido, donde se daba ese espacio sombreado, la intersección: ahí convivían, sin abandonar su propio conjunto, cosas (números, elementos, figuras) que eran de conjuntos distintos.

Creo que deberíamos ir asumiendo estos espacios, estos encuentros, y celebrarlos en lo contradictorio que tienen. Y celebrarnos en lo integradores que son.