Gente que se dio una vuelta


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30 de abril de 2011

Uffff II

Y el fantasma de la depresión que ronda, que no es fantasma, sino posibilidad... 
 
Charlaba con el doc: de a ratos quisiera no ver; o tener menos cerebro para poder ir más impunemente por la vida. Quisiera poder desconectar; pero no puedo. No pensar, ser más simple. 
Mi virtud es mi némesis.

Y el gris invade.

Otra vez la esperanza se siente acortada.
Empecinado espero, confío en la mañana.

29 de abril de 2011

Uffff

No tengo ganas, así de simple. Me canso de no poder avanzar con algunas cosas y eso hace que sienta que no avanzo en nada. Aunque no sea cierto, lo siento. Eso lo hace cierto.

¿Vieron que por momentos estamos un poco más eufóricos, con ganas?
Bueno, estos días se me pasaron las ganas.

Cuando vuelvan , si ando por acá, les cuento.

28 de abril de 2011

Pido gancho

Sobremesa con Lolis. Está usando (como miles de chicos) unas como banditas de goma, coloridas, como pulseras. Son unas banditas con formas: estrella, casa, manzana, dinosaurio...

Luego de comer me muestra las nuevas: un sol, un paraguas, un castillo, unas bananas... otras más. Le propongo contar historias que relacionen las figuras. Un gozo ver cómo se ríe de las que le invento, como crea otras ella, ahí ambos, improvisando: hay un rey a quien se le escapa un pájaro un día de lluvia; un sol que tiene corona; un castillo donde Cenicienta no pierde el zapato...

¿Cómo custodiar el tesoro de la creatividad, cómo no adormecerlo?.
No sólo en los niños.
Quiero buenas historias.

27 de abril de 2011

Menos es más II

Con alguien charlábamos.  Hay algo en el clima -cultural, mundial, histórico- que nos vende lo que se me ocurrió llamar una cultura (?) del orgasmo.

Digo: todo bien arriba, placentero, estático, ruidoso. Y todo el tiempo.

Se niega, se evita, el camino; ya quiero la meta, llegar, alcanzar.

Se desdibuja el valor de lo arduo, no por lo arduo en sí mismo, para nada, sino por lo procesual, por los pasos, por el disfrutar de la "agonía" del viaje. Agonía en el sentido original, etimológico: lucha, combate por alcanzar. De hecho, sólo el que agoniza puede ser protagonista.

Shhhh...

26 de abril de 2011

Menos es más

No entré en el minimalismo, no; sigo, en realidad, con la obsesión de despojar-me-nos de los excesos.

Excesos de palabras, de decibeles, de luces que encandilan.

Demasiados adverbios y adjetivos; mucho ruido.

Algo anda mal cuando no podemos ser felices si no estamos al palo todo el tiempo en todo.

25 de abril de 2011

Otoño, al fin

Sí, ya puedo usar algún sweater, puse en la cama la frazadita y tengo que ponerme medias.

¡Cómo me gustan los primeros fríos!. Esos que te agarran medio desprevenido; que te hacen dudar a la mañana, que te dan ganas de ponerte al sol para calentarte con esa suavidad del solcito tibio de estos días.

Un cielo más limpio, más azul que en verano.Alguien me contó una vez por qué era, pero la verdad que no me acuerdo. Lo que sí, es más azul, seguro.

Un plus: los árboles, los colores, las hojas -aunque Puppy y otros reniegan de las hojas, claro-.
El crash cuando las pisás, el asombro de alguna especialmente bella.

Las noches que piden una sopita como para calentar los adentros.
Me encanta.

24 de abril de 2011

Domingo

Pascua.

Centro, base, culmen de lo que creo, de lo que busco, de lo que celebro.

La vida es más fuerte.
El amor puede más.
El don es más grande.
La mesa está puesta.
Podemos encontrarnos.

No es romántica, pueril como la navidad deformada: es apasionada, fuerte, como una vida que se dona.

Hoy, sólo eso.

23 de abril de 2011

Mesas V

Ana dijo que le gustaron los últimos posts; alguien más, Lucía, creo, comentaba que le trajo a la memoria la mesa en la casa de sus abuelos, donde había siempre lugar para quien cayese cerca de las comidas.

Les/me pregunto: ¿qué memorias de qué mesas estamos generando en los que nos siguen?.
La del cole, a mediodía, con comida recalentada en microondas -en el mejor de los casos- o alguna chatarra ad-hoc.
La del comedor popular, imprimando la memoria de la dignidad quebrada.
La del delivery, que tarda mucho más que cocinar juntos un paquete de fideos, no más.
La mesa del Mc, tumultuosa, incómoda, donde con lo cuesta una manzana afuera comprás un kilo.

No digo que cada día sea una fiesta de sabores, pero que podamos poner memorias de encuentros.

22 de abril de 2011

Mesas IV

Y está la mesa, la Mesa que es pura donación.

En La fiesta de Babette, la Babette del título, francesa, cocinera exquisita, huye de su país y de la guerra. La reciben dos hermanas de una iglesia protestante, sumamente austeras, rígidas. Ahí Babette es sirvienta.

Cuando por un azar gana cierto dinero, lo invierte en un banquete único, delicioso, donde las hermanas invitan a vecinos y a un forastero. Los enemistados se reconcilian, el vino alegra, la mesa hace cantar. El forastero reconoce un sabor familiar, de una cocinera en París, que preparaba esas mismísimas codornices en sarcófago. 

Babette se dona tanto que se nota hasta en lo que prepara.
Comunión, que le dicen.

21 de abril de 2011

Mesas III

Sí, hay algo perverso en eso de afanarse por el pan cuando no tenemos tiempo para compartirlo. Y no tenemos tiempo para compartirlo porque para tener el pan, la comida, lo básico, hay que trabajar y producir. Para tener lo necesario y tantísimas cosas más que creemos necesarias. Por eso no tenemos tiempo.

El mediodía está casi perdido entre doble turno escolar y explotación (o no) laboral; la noche nos agarra cansados y como necesitamos silencio para distraernos, prendemos la tele y callamos a los demás. Los chicos, por suerte, tienen las suyas en sus cuartos. Masticamos algo a las corridas y desbandamos para la otra mesa, la del la tv.

Me encanta la tele, pero más las personas. O algunas, al menos.

20 de abril de 2011

Mesas II

   Sí, la comensalidad es parte de un "plan de salvataje". Tan así que una de las cosas terribles de los comedores comunitarios es que, si bien alimentan lo urgente, no siempre colaboran con el encuentro familiar, amistoso. Este se da cuando no sólo nos alimentamos juntos, sino cuando compartimos la mesa.

No se trata tanto -o sólo- de una alimentación saludable, balanceada. Es ese balance que no se encuentra en las proteínas y esa salud que no tiene que ver con el origen de lo que comemos. Es eso de reconocernos necesitados y sentir que podemos saciarnos. Que la necesidad nos hermana, nos humaniza. Que el saciarnos es más que llenarnos la panza.

Hay algo perverso en eso de afanarse por el pan cuando no tenemos tiempo para compartirlo.

19 de abril de 2011

Mesas

La "maratón gastronómica" que contaba ayer, y por algo que sentí en casa de Pato, balbuceo...
Los que rondamos los 40 (+/-), ¿se acuerdan de las mesas de la cocina de nuestras casas?. Todo, casi todo pasaba ahí: hacíamos los deberes, se preparaba la comida, comíamos, tomábamos la leche (o el té, depende), las abuelas o las mamás tomaban unos mates. Ahí iban a parar las compras del día, las bolsas con pan, lo que iba o volvía de la heladera...

Y lo más lindo: en las cocinas había espacio para esas mesas. Hoy -ya sé, vida moderna, pero miren dónde nos está llevando-, las cocinas pequeñas, con suerte tienen una mesita amurada que sube o baja; no son lugar para estar, sino lugar de paso. Como estamos medio a mil -desde los nenes con doble escolaridad y extracurriculares a los papás que se matan laburando para sostener eso y tantas otras cosas sumamente necesarias (¿?), ya no compartimos mesa, comidas.... Con suerte, un picoteo de parados entre dos cosas.

Me parece que si volviésemos ahí sería curar a futuro.

18 de abril de 2011

Mangia che te fa bene

Hace un año y un poco que no fumo después de cerca de 25 años de haberlo hecho. Uno de los precios de dejar de fumar, es haber engordado: la ansiedad había que descargarla por algún lado. Con un poco de esfuerzo bajé entre 3 y 4 kilos y me quedarían otros tantos. Bueno, que hay cosas peores...

Peores como:

  • habernos sentado a almorzar a las 13,30 en Beccar, tranquilos, en la casa nueva de un matrimonio amigo.
  • seguir a las 17,00 con una merienda con scons y panes caseros, dulces y panqueques en lo de Chechu, celebrando que se había recibido.
  • continuar con esas mismas personas, 21,00 a unas cuadras, no más, con unas pizzas caseras a la parrilla -amasadas por quien escribe-.
Es decir: listo, ya volverán los kilos bajados. Pero ¡qué bueno recuperarlos en estos encuentros donde el sabor no está sólo en la comida!.

17 de abril de 2011

Misterios

Hay algo en el fondo del ser humano, en el fondo de cada uno de nosotros, que permanece inasible. Por mucha terapia, introspección, meditación que hagamos, a fin de cuentas nos habita un misterio. Somos un misterio.

No lo digo para consolarme/nos, sino para poder soltar esa cosa de querer controlar, guiar, manejar, decidir...
Lo que en unos es un pasado que determina y condena, en otro es fuerza de vida; el más ateo es santo y el más creyente, una porquería.

Soltar. Soltarse.

16 de abril de 2011

Adultos en fuga

Voy recogiendo los intercambios con otros y las propias experiencias e intuiciones.
No hay adultos. Por ahí "habemos" (uso a propósito y mal el verbo) personas con años encima, pero adultos hay pocos.

Todos estamos adolescentes: nos negamos a la autoridad que tenemos arriba, pataleamos contra ella. Hacia abajo, para no hacer lo que criticamos, rehusamos asumir la autoridad que debemos tener -con los hijos, empleados, pares, alumnos-.

Nos mueven los caprichos y las necesidades inmediatísismas: el grito del nene, la urgencia de lo impuesto por el medio, el deseo corrompido o inventado.

S.O.S.

15 de abril de 2011

To do list

Grego cuenta que hizo bungee jumping. En Sudáfrica, en una gira. Mientras escucho la adrenalina que sintió, la previa, cómo les hacían la cabeza mientras los preparaban, sé que es algo que jamás haré.

Se suma así a la lista de cosas que me atraen y repelen casi por igual, relacionadas con la altura y el vértigo:

  • bungee
  • paracaidismo
  • montañas rusas -quedaron en el pasado-
  • rappel
  • tirolesa
  • clavados
  • y las que se les ocurra agregar
Nunca amé la aventura y de un tiempo a esta parte, la verdad, que si encima de sufrir tengo que pagar, menos aún. Prefiero la tranquilidad de un buen libro que narre la experiencia.

14 de abril de 2011

Ponele que no...

Ok, lo admito: me hinché. Capaz que en un rato se me pasa, pero prefiero esperar a que suceda eso y a la vez no perder el subidón de inspiración que me produce la bronca.

Me jode y mucho que quien no sabe, opine; me jode más aún que quien no sabe, opine y juzgue; aún más me jode que quien no sabe opine, juzgue y condene. Pero lo que más me jode es que quien no sabe opine, juzgue, condene y haga lo mismo sobre lo que opina, juzga y condena.

Si no quieren pasar irremediablemente a la lista nefanda, saben cómo hacerlo.
Y no soy yo esta vez.

13 de abril de 2011

Plop II

Claro que distingo el "no pasa nada" de un papá a su hijo que se golpeó y llora. O el "todo va a estar bien" de un amigo a otro que acaba de separarse y necesita ánimo. Es un gesto lindo, cercano, humano. Da cercanía y consuelo. Es como el arrorró que nos cantamos o le cantamos a otro, cuando ya grandes necesitamos ese mimo extra que serene.

Por eso distingo: hay momentos en que es mejor callarse a dar falsos consuelos que, al fin y al cabo, si no son mentirosos al menos son dudosos. ¿Por qué nos joroba tanto mantenernos en la incertidumbre o acompañar la de otros?.

Permanecer este tipo de negación o engaño es cómo querer atrapar pompa de jabón sin que se rompan.
Son estas ilusiones las que atentan contra la esperanza.

12 de abril de 2011

Plop

María, una persona a quien admiro y respeto mucho comienza este jueves quimioterapia. Como no entiendo nada y la sola palabra cáncer me da mucho respeto -o miedo, para qué mentir-, me siento medio inútil. Una más de tantas veces.

Sin embargo, hay algo, me parece que no quiero hacer: minimizar su susto. Me parece que es legítimo, vaya si lo es. Cuando acá o en otras situaciones escucho (y me escucho) dando una tranquilidad que minimiza lo que está pasando, no me gusta.

Ese "tranquilo/a, todo estará bien", ¿lo estamos diciendo por el que está en situación de fragilidad o es nuestra manera de negarnos a lo que pasa?. Obviamente espero, deseo, quiero que todo esté bien, en este caso y en muchas otras cosas. Pero ¿y si no?.

En un punto, vivimos de ilusiones.

11 de abril de 2011

Tango

Una pareja mayor bailando tango. Tango normalito, nada de show.

Simple, como cualquier pareja de abuelos: sin piruetas ni volteretas; sólo algún que otro firulete. Algo seduce y asombra. La sutileza de la seducción, el modo en que el varón lleva -sí, es una baile que machista, señoras-; la manera en que la mujer responde.

La mano en la cintura que con un levísimo toque anuncia lo que viene; el roce de las mejillas, la sincronía de los pies. El ritmo llevado en un apenas perceptible movimiento de hombros. Hipnotiza. Desborda sensualidad, complicidad, entendimiento.

Compañeros, que le dicen.

10 de abril de 2011

Anhelo

Ojos que no ven, corazón que no siente.
Ignorance is a bliss, dicen en inglés. No saber es una bendición; es una felicidad ignorar, podríamos traducir.
Acuerdo con el enunciado pero la práctica no me sale.

Hay personas simples, planas, sencillas. Me encantaría ser una de ellas. No puedo, y de a ratos lo sufro. Quisiera, desearía, no ver, no entender, no analizar. Simplemente recibir lo que pasa, veo, encuentro. Nada más.

Pero me toca ser este, esto, acá. No es tan fácil. 

9 de abril de 2011

שְׁמַע יִשְׂרָאֵל...(Escucha, Israel)

Un poco críptico, por ahí. Cuento:
Hay una oración judía que los practicantes rezan cada día: el Shemá Israel. Transcribo parte: 

Escucha, Israel: el Señor nuestro Dios, el Señor uno es: Y Amarás a el Señot tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todo tu poder.
Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón:
Y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes:
Y has de atarlas por señal en tu mano, y estarán por frontales entre tus ojos:

Y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus portadas .

Comentaba vez pasada que me parecía sumamente sabio que la primer palabra fuese Escuchá... Que hubiese una invitación, una orden a recibir una palabra. A escuchar, por tanto, a hacer silencio, a acoger la palabra que es dada...


Me hace desear que al inicio de todo haya silencio para recibir; espacio para acoger, lugar donde morar.


Lo demás se dará por añadidura.

8 de abril de 2011

Génesis

Terminé hace unos días Las pequeñas memorias, recuerdos de la infancia de José Saramago.  Hacía rato que estaba en la pila de libros del costado de la cama. Como ya no tenía otras cosas, lo comencé una noche y casi no paré hasta terminarlo al otro día en el colectivo.

Claro que como todo relato autobiográfico es subjetivísimo. No por eso me deja de admirar la vida de este señor, de orígenes pobres, campesinos, casi analfabetos, que termina siendo Nobel de literatura. Personas así me hacen creer en que es posible el salto casi ontológico entre un comienzo que parece condenado, a una vida que lo revierte; que no sabemos qué, quién, se esconde en este nena, en esta nena con mocos. Es decir, en un punto, personas como don José desmienten la experiencia casi mayoritaria. Y nos recuerdan que está bueno equivocarse a veces.

7 de abril de 2011

Parabólico

Una mujer que conocí, tiempo atrás, bastante pobre y con una sensibilidad exquisita, tiene un relicario. De esos que se abren para contener algo; como una cajita colgada al cuello. Cuando me lo mostró por primera vez, pensé que era demasiado delicado, elaborado, para estar ahí, en una casa tan pobre.

Me contó...

Que era de su abuela -materna, creo- que escapó de la Segunda Guerra. Eran gente de dinero y perdieron todo huyendo de los nazis. El relicario era como un memorial: cuando tenían, les recordaba que podían no tener, cuando estaban más pobres, los ligaba a su origen. Todo podía pasar, cambiar, variar...
En las buenas, los mantenía humildes; en las malas, esperanzados.

Qué bueno tener algo así.

6 de abril de 2011

Oh, por Dios, ¡soy yo!

Me di cuenta después de bastante tiempo: soy -o he sido- Lisa Simpson. No, pará, no enloquecí sino que tuve una epifanía.

Si bien ahora me he homerizado, viendo un capítulo -ninguno en especial- de la familia amarilla, Lisa dijo algo que fue como salido de mi boca. Y me hizo ruido...
  • Lisa es hiper-consciente, pobre, de todo: de su familia, a la que ama y de la que se avergüenza casi por igual, de lo que es justo, de su propio límite, de su ñoñez.
  • Está sub-estimulada: sus padres no saben bien qué hacer con esa adulta de 8 años. No es que tengan mala voluntad, sino que no saben qué hacer.
  • Suele tender a evadirse en su interior o en el arte para sobrellevar la vida.
  • De a ratos se permite ser pequeña, pero aún así es crítica.
  • No entiende cómo los demás no ven lo que ella.
  • Tiene conciencia social y ecológica.
  • La escuela la apasiona pero no la desafía.
  • Y siguen las firmas...
Le recomendaría que se relaje, que se ensucie un poco más, que se anime y reviente en un capricho; que le diga a Marge que es una mediocre por conformarse con su vida; que deje de sobreadaptarse, que le pegue a Bart hasta desmayarlo.

Llegará mejor que yo a los 40.

5 de abril de 2011

¡Sálvanos, Thor!

Me crucé con Micaela, una vieji de cerca de 80 que vive en un loop eterno. Cada tanto, se le borra la RAM de, ponele, los últimos diez días, y vuelta a empezar. Eso sí, la memoria más antigua, la de su infancia y juventud, casi intacta. Eso la tortura.

Sufre por esto. Mi costado más cínico se agota con sólo verla,  pero el más piadoso -¿3% de mi ser, con suerte?-, siente una mezcla de pena y compasión. Como confía en mí, charloteamos un rato y se serena. La angustia la abandona momentáneamente, hasta que... todo comienza de nuevo.

Como ya no sé me ocurre qué hacer para que se "desangustie" y para que a mí no se me agote la paciencia, se me ocurrió anotarle un par de frases de la biblia y algo más, como para que lo pegue en la heladera y lo vea, al menos, al sacar la leche, ponele.

Pensándolo bien, fue más por mí que por ella, pero capaz sirve. Thor, exaudi nos!. Si no, pasáme el martillo y no preguntes.

4 de abril de 2011

Perros kármicos

Una propaganda de Pepsi volvió a hacer visibles a los "perritos de bondi" (va foto, porque soy incapaz de describir con palabras):

Irremediablemente los veo y me acuerdo, en primer lugar, de un compañero de estudios que todo el tiempo, mientras el docente hablaba, asentía. Les aseguro que casi-casi se podía oír de fondo lo que pasaba por su cabeza: una mezcla de samba brasilero con sonido de engranajes oxidados. Mientras tanto, la mirada levemente perdida y el movimiento leve y continuo de la cabeza afirmando, daba la impresión de alguien que entendía y coincidía, aunque en verdad no tenía ni idea de qué se trataba... Me tocó escuchar alguno de sus exámenes y les aseguro que ni idea tenía.

Como por variados motivos me toca a menudo estar hablando frente a otros, cada vez que veo que alguien asiente a lo que digo me pasa que:

  • tengo ganas de preguntarle si realmente entiende
  • quiero pedirle que repita lo que dije
  • siento que me fui al cuerno y no hay modo de volver
  • desearía estar en otro lugar, aprendiendo origami, ponele
¿Será el karma?

3 de abril de 2011

Pará un cachito II

Sigo...

Temía -temo, aún- ser malinterpretado o malentendido al postear lo de ayer. Debo decir que me daba un poco de susto. Me alegré al ver en FB comentarios breves de personas muy diferentes, lo que me hace pensar que no es sólo de zurdos o derechosos, creyentes o agnósticos, sino de varios y variados.

Piedra angular en el tema es cómo construir/constituir la autoridad. Autoridad, dije, no poder, que es parecido pero muy diferente. Me parece que esa construcción va de la mano de saber el límite propio: soy autoridad en X tema, en X cosa, en X situación, no en todas y cada una de las cosas que transito o vivo. En Y, otro lo es, en Z, lo somos entre todos, en J, ni idea, charlémoslo.

Falta mucho camino, pero está bueno para transitarlo.

2 de abril de 2011

Pará un cachito

Como los argentinos tuvimos pocos años atrás una dictadura atroz, en muchos lugares y de muchas maneras vamos ensayando consensos, participación, diálogos. Nos hace crecer mucho, sin dudas. Sin embargo, tiene su contracara: estamos muy sensibles a todo lo que suene autoritario. O desconfiamos de un modo adolescente de todo lo que parezca autoridad.

Lógicamente, esta desconfianza, que juzgo inmadura, lleva a que finalmente creamos que como somos todos iguales en derechos lo somos en capacidades o roles... y no, che, mirá vos qué cosa tremenda, no es así. Soy tan humano como, supongamos, la sra. presidenta, pero su rol y el mío son tremendamente distintos. Un niño puede opinar, sin dudas, sobre qué le gusta o no comer, pero no está bueno que lo decida él. Un jefe puede escuchar y comprender a su empleado, pero no por eso deja de ser jefe.

Me parece que nos cuesta asumirnos como adultos, responsables, interdependientes. No es simple.

1 de abril de 2011

Auscultar profundo

Ayer lo decía por los niños, a título del comentario de Rocío. Lo pienso no sólo por los pequeños, sino por todos nosotros, en general. ¿Cuántos tuvi/eron/mos o tenemos la suerte de cruzarnos con maestro -no un docente o un profesor- de esos que marcan la vida para bien?.

Alguien: una mamá, un tío, una maestra, un vecino, un amigo que descubre en nosotros una veta y nos anima a descubrirla y explotarla. ¡Es tan fácil caer en la maquinita que modela a todos por igual!, ¡tan difícil enseñar a auscultar lo que late en las personas!. Eso que es mezcla de sueño, vocación, deseo, necesidad.

Eso sin lo cual seríamos irremediablemente menos felices.