Gente que se dio una vuelta


© Copyright

Si querés copiar y pegar, claro que podés; pero citá la fuente, ¿sí?. Gracias.

6 de abril de 2011

Oh, por Dios, ¡soy yo!

Me di cuenta después de bastante tiempo: soy -o he sido- Lisa Simpson. No, pará, no enloquecí sino que tuve una epifanía.

Si bien ahora me he homerizado, viendo un capítulo -ninguno en especial- de la familia amarilla, Lisa dijo algo que fue como salido de mi boca. Y me hizo ruido...
  • Lisa es hiper-consciente, pobre, de todo: de su familia, a la que ama y de la que se avergüenza casi por igual, de lo que es justo, de su propio límite, de su ñoñez.
  • Está sub-estimulada: sus padres no saben bien qué hacer con esa adulta de 8 años. No es que tengan mala voluntad, sino que no saben qué hacer.
  • Suele tender a evadirse en su interior o en el arte para sobrellevar la vida.
  • De a ratos se permite ser pequeña, pero aún así es crítica.
  • No entiende cómo los demás no ven lo que ella.
  • Tiene conciencia social y ecológica.
  • La escuela la apasiona pero no la desafía.
  • Y siguen las firmas...
Le recomendaría que se relaje, que se ensucie un poco más, que se anime y reviente en un capricho; que le diga a Marge que es una mediocre por conformarse con su vida; que deje de sobreadaptarse, que le pegue a Bart hasta desmayarlo.

Llegará mejor que yo a los 40.

No hay comentarios: