Gente que se dio una vuelta


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31 de octubre de 2013

30 años después

Ayer en Argentina se cumplieron 30 años desde las elecciones con las que volvimos a la democracia. Yo
tenía 12 años y apenas me estaba enterando de que tener militares en el gobierno no era lo que había habido siempre.

Tenía, sí, un vago recuerdo de Perón y su muerte y de la huida de Estela Martínez en helicóptero. Es claro que en casa de política no se hablaba.

Acompañé a mi abuela a votar; caminamos cerca de 1 km hasta el colegio donde le tocaba. Ella andaba cerca de los 70 y la mayor parte de su vida había transcurrido entre golpes de estado. Muchos votaban por primera vez. Otros volvían a hacerlo después de más de siete años. Había algo glorioso en el aire.

Dicen que es la primera vez que tenemos 30 años seguidos de gobiernos electos por votación popular. Me resulta raro creer que lo que hoy parece un valor inalienable haya sido puesto en duda, entre paréntesis. Celebro los pasos dados hacia más derechos, más justicia, más libertad.

Espero, deseo, sigamos dando pasos. Por tantos que pelearon por un sueño que de a poco, con insomnios, pesadillas y apneas vamos viviendo.

30 de octubre de 2013

Entrañas

Tener la mirada aguzada en algunos temas a veces no es divertido, es un karma.

Mamá, por ejemplo, a metros distingue la calidad de una prenda de vestir.
Una amiga diseñadora gráfica, sufre cuando abre una revista.
Otro tiene un innato sentido de la totalidad: mira y analiza todo desde la mirada de conjunto.
Otra, automáticamente, piensa en cómo afectará a los más vulnerables tal o cual medida.
Leer o escuchar cosas que desmerecen un género o que repiten estereotipos y originan menosprecio, me resulta violento.

Nos resulta inconcebible, a menudo, que cosas obvias no lo sean. 
Duele que descalifiquen las miradas más intuitivas, más de entrañas, casi inexplicables. 
Experienciales. Intransferibles. Primarias. 

29 de octubre de 2013

Los unos y nosotros

Hay gente que

  • es flaca sin dietas
  • aprende sin estudiar
  • baila con talento innato
  • le encanta hacer deportes
  • apenas se acuesta, se duerme
  • es hermosa apenas se despierta
  • se orienta sin mapas
  • no transpira ni con 39º a la sombra
  • es buena por naturaleza
  • quiere a todos
  • es querida por todos
  • mantiene la calma en todo momento
y estamos los demás.

28 de octubre de 2013

Medalla al mérito

La meritocracia -gracias, Pablo Reynoso por recordarme la palabra- nos dice que nuestros esfuerzos y
méritos deben ser recompensados. En principio, estoy de acuerdo.

Dejo de estar de acuerdo cuando descalifico a los que no tienen los mismos méritos porque, a mi entender, no se esforzaron como es debido y por lo tanto, no merecen lo que yo tengo. 
Así se desprecia a los que no tienen las mismas oportunidades por razón de su origen, clase social, o lo que fuere. Así se sigue despreciando en masa a los que no llegan ni pueden llegar si no es con una mano.

La meritocracia -el liberalismo sabe de eso- lleva al individualismo extremo. Lo que logro, como lo logro por mí mismo, es para mí mismo: yo no tengo por qué sostener vagos, dice el que heredó apellido o bienes. El otro es enemigo o sospechoso. Puede sacarme lo mío. Puede llegar a ser como yo.

El mérito que quiero tener es ser humano, solidario, hermano.
Me sobra.

27 de octubre de 2013

Recorridos II

El abanico infinito de posibilidades que aparecen en cada esquina, página, persona, tema, me ponen frente a la imposibilidad de abarcar todo, de tener que optar, elegir por dónde ir, qué descartar, qué atesorar.

Voy viendo que hay caminos que ya descarté, o porque considero que (para mí) no valen  la pena, o porque no me interesan o porque es necesario probar otros lugares.

Otros caminos ya son conocidos y fueron mil veces transitados: me son familiares aunque no siempre placenteros. Otros los elijo aunque sean arduos.

Hay tanto por ver.

26 de octubre de 2013

Recorridos

Estando en Nueva York post caída de las torres -años atrás visitando parte de mi familia- una de las cosas que me gustaba más era reconocer en la ciudad lugares que conocí en TV o cine: Times Square, Broadway, los puentes, Brooklyn, Chinatown, Little Italy, Chelsea, , el MOMA, MET, Central Park, la Estatua de la Libertad.

Como si en lugar de conocer la ciudad quisiera re-conocer, sentirme menos extraño y extranjero. Por suerte, caminando de un lado a otro, me encontré con lugares nuevos y personajes que me encantaron: un mercado de artesanos al aire libre en el SOHO, un ecuatoriano que soñaba el sueño americano mientras vendía bijouterie, una catedral anglicana ahí no más de Harlem. Ampliaron el mapa mental que tenía.

Asociación libre: cuando empiezo a leer algo, a estudiar un tema, cuando conozco a una persona o me encuentro en un grupo nuevo, también busco primero paisajes conocidos: a veces termino en lugares sorprendentes.

25 de octubre de 2013

Contenido continente II

Pensaba también cómo lo narrado es lo que cambiamos cuando algo de la realidad no nos sirve, nos perjudica: desde la mentira del "yo no fui" primordial pasando por los testigos protegidos que deben aprenderse su nueva historia.

Los pequeños que cuando juegan crean un mundo con sus palabras: dale, hagamos como que hay un dragón y que yo lo vencía y que vos... Un mundo de más cierto que el real: no sirve que el perro sea sólo perro, lo cambiamos en dragón.

Pensaba, también, en como decirnos, narrarnos lo que queremos o deseamos nos va haciendo ir hacia eso. Nos pone en marcha: no me gusta este trabajo, sueño con cambiarlo, estaría más contento. Siguiendo ese relato, podemos dar pasitos.

Me sonaba, también, como decirnos contarnos por dónde queremos crecer, de qué modo.
Por dónde.

24 de octubre de 2013

Contenido continente

Retorna una idea: estamos hechos de relatos,
de palabras.

La manera en que miramos a un grupo de personas depende en gran parte de lo que hayamos oído sobre ellas. Lo que pensemos de un lugar que no conocemos, lo armamos con las palabras que nos cuentan sobre ese lugar. La imagen que tenemos de nosotros mismos se originó en lo que otros nos han dicho de nosotros en un espejo desigual. El dios en que creemos es el que nos narraron.

Los maestros del espíritu en la tradición judeocristiana invitan a escuchar la palabra. Freud encuentra en las palabras un camino de sanación. Poner en palabras ayuda a sanar, entender, orientar.

Retorna una idea: lo que nos han narrado, nos hizo lo que somos.
Cuando tomamos la palabra, podemos re-crearnos.

23 de octubre de 2013

Lejos de mí, por favor

Lo que más aprecio de Internet, además de la magia de Google, son los sitios que se dedican a recoger cosas absurdas, ilógicas, ridículas, dichas, hechas, propuestas por alguien.

Desde la que se entera que Titanic antes que una película fue un barco que naufragó hasta las respuestas serias (?) que da Yahoo answers. La falta de lógica, la ceguera ante lo obvio, la rampante ignorancia que llega a través de la pantalla me da risa, lástima, placer, pena, espanto, entre muchas cosas. Apoya mi tesis de la tontería humana como experiencia cercana a la eternidad e infinitud.

Cuando deja de mediar la pantalla -de la PC, del celular, de la tablet- y la experiencia es más que demasiado cercana, me desespera. Ni te cuento si es yo mismo soy la causa.
Socorro.

22 de octubre de 2013

Des confiados

Las personas tenemos diferentes umbrales de dolor: lo que a uno le resulta apenas una molestia para otro es insoportable. Por eso creo que, de entrada, no podemos subestimar el dolor ajeno como tampoco magnificarlo.

Lo que me sucede, me parece, es que seguimos creyendo -o sigo creyendo, cada quien leerá en singular o plural- que el dolor propio, físico, existencial, interior, o la forma en que lo enfrentamos, son los únicos válidos. Siento que les pedimos a los demás que validen su dolor para que les creamos.

Eso sin contar a quienes necesitan siempre ser los más sufridores o dolidos. 

Como si dolerse fuera privativo de unos. O como si desconfiáramos del dolor de otros. 
Estarnos vulnerables, dolientes o solidarios.

21 de octubre de 2013

Sanas decisiones

Un fin de semana con muchas cosas, muchos encuentros, mucha mesa. Esos que agotan y dan gusto. Con gente alrededor, bastante gente. Variada. Repetida. De a ratos, demasiado para mí.

En medio de ir para un lado y volver para otro, para volver a salir al rato para un tercero, me cruzo con una mujer mayor, arriba de los 75 años. 
Me paro a charlar unos minutos. Me cuenta que estará sola al mediodía. Que estuvo enferma y nadie la visitó -porque no le avisó a nadie, claro, y fundamentalmente porque nadie la echó de menos-. Que se siente sola. Que ya está cansada de vivir así. Como la conozco, sé que hay algo de verdad y algo que no dice. Que su soledad de ahora es fruto de su manera de -no- vincularse. 

Me siento abrumado por tanto panorama oscuro. Me da algo de pena escucharla. Pienso qué opciones hacemos, hago, para no llegar a estos paisajes.
Ojalá no.

20 de octubre de 2013

Ayer, hoy, mañana II

Cuando citaba ayer a Agustín de Hipona (354-430) pensaba también en que gracias al influjo de las filosofías orientales hemos vuelto a escuchar la importancia del aquí y ahora.

Recordaba también a místicos o escritores de espiritualidad que hacen o de este tema parte de su experiencia a transmitir. Henri Nouwen, uno de los más prolíficos escritores de las últimas décadas del siglo XX llamó "Aquí y ahora, viviendo en el espíritu" a uno de sus últimos libros.

Recordaba también -más visceralmente- cómo cuando el presente se hace insoportable, surgen patologías o trastornos que me son conocidos: la depresión, la ansiedad, el pánico.

Recordaba también que en momentos duros, así como en las recomendaciones de muchas maestras y maestros de oración, respirar y acompasar los latidos del corazón nos ubican aquí y ahora.
Presentes en el presente.

19 de octubre de 2013

Ayer, hoy, mañana

Entre la nostalgia por el pasado y la ansiedad por el futuro se nos escapa el presente. 

Según Agustín de Hipona, "Habría que decir que los tiempos son tres: presente de las cosas pasadas, presente de las cosas presentes y presente de las futuras. Los tres existen en cierto modo en el espíritu y fuera de él no creo que existan" (Confesiones, XI, 20,26). 

Pienso, entonces, que hay que pasar de la nostalgia a la memoria y de la ansiedad, a la esperanza. Que este presente apasionante, difícil, precioso que vivo, que vivimos, está a punto de hacerse memoria camino a la esperanza.

Nosotros en el medio.

18 de octubre de 2013

No es lo mismo

La imposibilidad o incapacidad de vivir con tensiones o conflictos consume más energía que los conflictos mismos. Quiero decir: es inevitable una tensión, una irresolución, un no poder arreglar, resolver.

Siento que así como hay quienes entrenan o enseñan estrategias para resolver los conflictos, tendría que haber alguna ¿materia, cátedra? que nos diga que no todos se pueden resolver. Que algunos está bueno mantenerlos porque "solucionarlos" sería claudicar de nosotros mismos, de nuestras miradas y opciones.
Que decir "acá me planto" no siempre es intransigencia.
Que puede ser una cuestión de respeto por uno mismo, no necedad.
Que no todo es igual. O al menos no nos da lo mismo.

17 de octubre de 2013

Pequeñas r-evoluciones

Cuando llegaba del colegio -colegio privado, así que había que usar uniforme-, lo primero que tenía que hacer era cambiarme de ropa. La orden era que no podía sentarme a almorzar con el uniforme. Desde 1º grado de la primaria a 5º de secundaria, todos los días esa tortura: pantalón de franela gris, zapatos, camisa, corbata, blazer... impecables.

Cuando llegan los hijos de mi hermana del colegio, pueden dejarse el uniforme tanto como quieran. No hay apuro ni necesidad de sacárselo. Debo reconocer que, cuando estoy en casa de ellos, me "violenta" ver que no se lo sacan, que comen, hacen la tarea, se tiran a ver TV, juegan como si nada.

No pasa nada, no se caen los planetas, no es el fin del mundo, no hay terremotos. Sospecho un acto de reivindicación de mi hermana en esa pequeña zona de libertad. 

Una parte mía los envidia. La otra los quiere mandar a cambiarse.
Me quedo con la envidia.

16 de octubre de 2013

Doble standard

¿Quién puede aducir absoluta inocencia y pura bondad?

Cada quien, cada uno pude enumerar al menos cuatro o cinco ideas, hechos, pensamientos, vergonzantes de los que no nos sentimos precisamente orgullosos. Cosas que hemos hecho, deseamos, pensamos. Ayer u hoy, ahí están. Puede ser querer ver a un enemigo sufrir. Puede ser un affaire que ocultamos. Puede ser una mentira y no precisamente piadosa.

No quita que seamos más que esos hechos, deseos o recuerdos. Que esas señas particulares no nos definen por completo. Son frases sueltas en la gran narración que es nuestra vida.

Pedimos para nosotros lo que no somos capaces de dar a otros.
Exigimos a otros lo que somos incapaces de vivir.

Hipocresía, fariseísmo, fingimiento, doblez.
Quien esté libre...

15 de octubre de 2013

Panza arriba

Encontrarnos. Salir a la ruta llevando mate, lonas, cosas para que los pequeños jueguen.
Viajar tranquilos y en menos de una hora cambiar paisajes.
Un asado riquísimo al aire libre. Después, lonas bajo un árbol. 
Los niños juegan a la pelota, pelean, se amigan, lloran. 
Budín de bananas.
Los más peques,  aún en pañales, van, vienen, se tiran encima -uno de otro, de los grandes, de las cosas-.
Se arma la ronda de mate. Continúa la charla, que viene no sabemos de dónde y quién sabe para dónde va.
A unos metros corre un arroyo.
Comer algodón de azúcar entre todos -y algún niño ajeno que se cuela-. Aparece un pedacito de infancia.
Descubrir "pececitos bebés" con un crío de cuatro.
Ver a otros, muchos, disfrutando de la tarde cálida, el pasto, los árboles.
La felicidad nos guiñó un ojo.

14 de octubre de 2013

Mejor callar

¡Dale, animáte!
Ya va a pasar todo.
Fuerza, vamos.
Vos podés.
No te pongas así.
Todo va a mejorar.

¿Y si el ánimo no aparece? ¿Y si todo no pasa? ¿Y si no puedo tener fuerzas y me pongo así porque nada mejora?

Estos días -estos meses, estos tiempos- se dan varias situaciones difíciles para otros cercanos. No es simple estar inútil, silente. No son pavadas simples a las que sí, sin dudas les podría aplicar las frases motivacionales (?). Situaciones que no sabemos cómo van a terminar. O que lo más probable es que no terminen. O que terminen mal. ¿Cómo estar, acompañar, sostener?

Sé lo que no quiero -porque no me sale, porque no me sirve-: engañar/me/los.
Más de una vez no se sabe...

13 de octubre de 2013

Llenar, vaciar, desbordar

Pienso en imágenes. Es decir: se me presentan imágenes como intuiciones. Luego, no siempre, puedo desarrollarlas. Pero están.

La imagen que se me presentó escuchando y viendo a alguien fue la de una jarra llena a tope. Imposible agregar una gota más.

Me disparaba...
Que es imposible recibir algo si antes no hacemos un poco de espacio.
Que muchas veces, aunque reclamamos -atención, cariño, escucha- no estamos dispuestos a recibirlo: de nuevo, hacer espacio.
Que aunque el recipiente no sea atractivo, el contenido puede sorprender. También al revés.
Que incluso un vaso medio roto puede servir, si no para tomar, de florero.
Que tanto un jarrón de la dinastía Ming como una lata sirven para lo mismo.
Que ni la antigüedad es signo de nobleza ni la novedad de apertura.
Que..

12 de octubre de 2013

Pocas cosas

¿Qué es realizarse como persona? ¿Cómo nos realizamos como personas?

Entiendo que cada uno, cada una, tendrá alguna idea o aproximación. Creo que las cosas que hacemos para ser felices, más plenos, más personas, van diciéndonos qué entendemos como realización.
Algunos sienten que se realizan teniendo: dinero, contactos, bienes, conocimiento.
Otros sienten que se plenifican entregando: dinero, contactos, bienes, conocimiento.
Otros pueden prescindir de muchas cosas al punto de olvidarse de su propio bienestar.
Otros pueden prescindir de todo menos de su bienestar, que es como no prescindir de nada.

Yo, no sé. Pero sigo animándome a buscar más, desear más, ser más. O lo intento.

11 de octubre de 2013

Frases des-hechas

Por un comentario de Diego en facebook me acordé de una costumbre adolescente. Es decir: que tenía en la adolescencia. La teníamos yo y varias personas más que conocía.

Buscábamos -o encontrábamos- frases que nos gustaban, nos expresaban, nos decían hacia adentro y hacia afuera. Solía tener algún lugar donde anotarlas. Siendo varón, no tenía diario -elemento femenil- pero como siempre me gustó escribir, tenía alguna agenda o cuaderno.
Las citas iban desde la biblia, pasaban por canciones, poetas, escritores, filósofos... de alguna manera marcaban una postura, una opción, un deseo, un principio. Teníamos 14, 16 años.

Al leer/escuchar a gente ya grande repitiendo, copiando, reiterando como loros frases de amistad, paz, armonía, odios, posturas, definiciones, siento que no cambiamos tanto. Ya no es la agenda o el diario: es el muro de Facebook, los eternos power points, los mantras de moda.
Una pena, vea.

10 de octubre de 2013

Allá, ayer

La lejanía física, temporal, ambas, la que fuere, ayuda a idealizar.
El país que dejaron los inmigrantes en medio de la hambruna de la Segunda Gran Guerra, se vuelve idílico desde América. 
La novia con la que cortamos a los veintipico seguro no sería tan agria como aquella con la que convivimos, antes siempre fue mejor.
Los africanos que migran del Norte de África cruzando el Mediterráneo son compadecidos; los que cruzan las fronteras migrando desde los países limítrofes son despreciables. 
Los pobres de India nos conmueven, los de acá a un par de cuadras, son negros sospechosos que roban.
Extrañamos horrores al amigo que vive en otro país, pero no llamamos al que está a un par de kilómetros.

Entre el microscopio y el telescopio, sin escalas.

9 de octubre de 2013

Políticamente (in)correctos

El sábado, en un taller del que participé, uno de los ejercicios era re-formular frases como para hacerlas menos duras, más digeribles. 

Algunas tenían como meta evitar las generalizaciones: 
Todas las mujeres son iguales// Estas mujeres tienen características similares.
Nunca me escuchás//A veces, cuando te hablo, me parece que no me escuchás.

Otras, buscaban clarificar:
Es un inútil//Para esta tarea no es el más capacitado.
Ellos están en contra//Fulano y Mengano están en contra.

Otras, envolver en algodones una patada:
Es el peor empleado//Para esta tarea es preferible otra persona.
No deja de decepcionarnos//Suele no cumplir nuestras expectativas.

Ok, entiendo el concepto, no soy tan corto.
Pero no dejo de sentir: son casi formas elegantes de mentir.

8 de octubre de 2013

Reflejos

Ser alguien para alguien. 
Ser reconocido por la mirada del otro. 
Ser nombrado por una voz ajena a la propia. 
Cortar con el anonimato de despersonaliza. 

Siento que acá hay algo que está bueno. 

Pienso -me pienso- pasando de largo frente al empleado municipal que barre la calle.
Ignorando con la mirada al linyera que cartonea.
No respondiendo al saludo de quien atiende un negocio.
Cruzando la calle cuando veo un pibe sospechoso.
Haciéndome que no escucho los gritos.

Siento que acá hay algo de miedo.

Dar la vuelta. Revertir.

7 de octubre de 2013

Narices frias

Con mal fingida preocupación se meten en las vidas ajenas. Pretendidamente es para cuidar, proteger, orientar.

Con condescendencia, menosprecio y sentimiento de superioridad pueden ponerse en un escalón desde el cual mirar, reprobar, proponer, decir, regular, regir, juzgar. 

Fariseos, inquisidores, espías, metiches. Perros de hortelanos.

Qué difícil la libertad para los temerosos.
Qué temida la libertad.

6 de octubre de 2013

Cositas

No deja de asombrarme como mínimos gestos, que damos por descontados, que salen casi naturales, hacen tanto bien a otros.
O como gestos mínimos, que nos pasan inadvertidos, pueden hacer tanto daño.

Estos días tuve la suerte de poder percibir con fuerza lo primero: estar presente en el casamiento de unos amigos, participar del taller/seminario que dictó otra, pasar a buscar a una para acompañarla porque no camina con facilidad. Mimos, no más, que nos hacen mutuamente bien.

Ojalá crezcan unos y disminuyan otros.
Para mejor. Para el bien. Para bien.

5 de octubre de 2013

Al lado, a kilómetros

Iba en colectivo hacia el casamiento de Fer y Mechi. Mañana de viernes.

Subo y me siento en uno de los asientos del fondo, de los individuales. Más atrás, una señora con la hija (¿40 y 11?). La madre no dejó de hablar por teléfono desde casa hasta San Isidro; en realidad, bajamos y siguió hablando mientras caminaba. La nena, sentada al lado, jugaba con su celular.

Más allá del rechazo que me provoca escuchar la vida ajena tan impúdicamente -digo, en serio ¿no les causa pudor que más de 20 desconocidos estén oyendo su conversación?-, me dio pena sentir que se estaba perdiendo la posibilidad de un encuentro menos virtual. Juntas, cada una, en un mundo ajeno al aquí y ahora. Una en la pantalla, la otra en el teléfono, ninguna ahí... 

Nada en el lenguaje corporal indicaba que estuviesen enojadas. Ni siquiera eso.
La nada misma. 

4 de octubre de 2013

Eso, lo otro y también

Fondo y figura, interior y exterior. 

Confundir el papel envolvente con el regalo. Pensar que el papel no tiene importancia. O que el regalo, si el envoltorio es despampanante, es más valioso.
Creer que la abundancia de palabras es sinónimo de abundancia de pensamientos.
Calcular el valor de un libro por la cantidad de páginas y el costo por la tapa.

Y también.

No poner cariño en el envoltorio total "da lo mismo".
No poder decir/se ni en lo más básico: ni lo que se piensa, ni lo que se siente.
Retroceder porque la tapa es espantosa y perdernos una joya.

Ni muy muy, ni tan tan. 

3 de octubre de 2013

Morfeo al ataque

Durante la tarde miré algunas fotos del viaje que hice en julio al norte argentino. Las cuevas, los cardones, las montañas. Una pareja, Paola y Javier, quienes hicieron parte del recorrido con nosotros. Las caminatas. La casa del Marqués en Yavi.

CSI me acompañó en la cena: aparecían pedazos de huesos humanos en las cañerías subterráneas de Las Vegas. Autopsias, arrestos, sangre.

Me dormí leyendo. Margaret Atwood en Maddaddam pinta un mundo cercano, hipertecnologizado, donde, luego de una ¿peste? quedan pocos seres humanos tal como los conocemos. Hay animales creados en laboratorios, e incluso unos humanos de diseño, casi adánicos, de colores. 

En mi sueño buscábamos comida en el patio de una fortaleza medieval. Había langostas que se me antojaban riquísimas. No me las querían vender y me metían a la fuerza dentro de un ¿castillo? donde había experimentos medio primitivos con órbitas planetarias, mientras una vidriera llena de huesos y calaveras me decía que estaba en peligro.

Me desperté varias veces y cada vez me dormía y el sueño continuaba.

No, si la verdad que andamos genial.
Sobra subconsciente. 

2 de octubre de 2013

Desconectados

Debe haber algún nombre técnico, probablemente aparezca en los manuales de psiquiatría o psicología clínica. Gente que es incapaz de conectarse con su dolor o fracaso, que no sabe/puede/quiere dejar que se filtre en su mundo algo que remotamente suene displacentero. 

Puede que el dolor físico sí lo noten o admitan, pero el otro no. Como si tuvieran seccionada la parte del cerebro que lo registra. Como si hubiera algo impidiéndoles la fragilidad.

Charlaba con un hombre de cuarenta y algo, recién separado -una separación nada pacífica-. Me contaba la historia como si se tratase de una película que vio hace mil años, sin sentimiento, sin pasión, sin... Sin vida.

Sus hijos, la que hasta hacía poco era su esposa, la casa que dejó. Nada. Imperturbable.

Prefiero, sin duda, doler.

1 de octubre de 2013

Hacéme miau

La gata de casa está alimentada. Tiene su plato con comida, el bol con agua, si estoy cocinando está atenta por si cae algo. Sin embargo cada tanto caza algún pájaro. 

El otro día jugó con un pobre gorrión que había cazado: lo golpeaba pasándolo de una pata a otra, lo mordía, lo escondía. Puro instinto: no lo come, no tiene hambre. Sólo necesita mantener su naturaleza afilada, sacar a pasear su instinto.


Si sacamos a pasear nuestro instinto puede que terminemos presos. Tener conciencia, poder elegir, discernir entre lo bueno y lo malo, no movernos sólo por el placer o el deber, por el impulso primario. 

Aunque a veces, ser un animal, está bueno.