Gente que se dio una vuelta


© Copyright

Si querés copiar y pegar, claro que podés; pero citá la fuente, ¿sí?. Gracias.

30 de abril de 2012

Tanques

Terminé días atrás Crimen y castigo, de Dostoievski. No me había animado a leerla antes, sentía que era como escalar el Everest. Patu me la recomendó, me la prestó y ahí me puse a leer.

Primer obstáculo: los nombres, sobrenombres, apodos, y demás con que se nombra a cada personaje. Tardé en darme cuenta que lo que parecían 12 personajes era en realidad sólo uno llamado de varias maneras.
Segundo obstáculo: la abundancia de palabras: libro largo, traducido del ruso, en un estilo al que no estoy habituado.

Superado esto, es notable cómo el autor se mete en la psicología del protagonista, en sus decisiones morales, en descripciones de una sutileza notable en un mundo pre-freudiano. El dilema moral no del crimen en sí, es demasiado tentador: un crimen puede ser redimido por cien actos virtuosos. O cómo asesinar para probar (?) superioridad, quizás.

No creo haber comprendido todo, no creo haber captado sutilezas, de a ratos avanzaba sin prestar demasiada atención. Quería poder terminar. Pero sin dudas algo hay entre esas palabras abundantes, entre esos nombres extraños, que hacen de Crimen y Castigo un clásico.
Vale la pena este Everest.

29 de abril de 2012

Diagnosis

Pintar la casa en lugar de arreglar los cimientos.
Cambiar la cerradura de la puerta del auto cuando se funde el motor.
Si la rueda se pincha, chapa y pintura.
Tomar aspirinas para un cáncer.
Enyesar un dolor de estómago.
Romper la lamparita para no derrochar electricidad.

Soluciones para algunos.

28 de abril de 2012

Des-enfoques

Ayer fue un día variado, con ciertas coincidencias: tuve tres reuniones.

En la primera, me entristeció la poca capacidad para hacerse preguntas o la gran capacidad para hacer las preguntas para las que ya tenían respuesta.

En la segunda, me alegré por los intentos de crear y recrear sin grandes pretensiones, pero con alegría, para poder transmitir, dar, un tesoro que tenemos.

En la tercera, me desconcerté junto a los demás por las preguntas, los entre tanto, las perplejidades, las indignaciones.

Todas con gente del mismo palo.
Como para no aburrirse.

27 de abril de 2012

Confianzas III

Por varios lugares reaparece en mí, en mi vida, en mis cuestiones, la confianza. Como necesidad, como falta, como base, como estilo.

Tiene que ver, desde la cuestión más psicológica, con los vínculos maternales/paternales. Con la seguridad que hayamos tenido o de la que hayamos carecido en la infancia. Y acá bastante baqueteado ando, pero eso lo dejo para terapia.

Tiene que ver, también y por lo anterior, con saber que el P/Madre cuida, mira, asiste, sostiene toda la vida, en toda su extensión, en todas dimensiones, en durezas y placideces.

Tiene que ver con que los hermanos y hermanas que tengo sean fieles y yo les sea fieles a ellos, que nos seamos mutuamente confiables.

Tiene que ver con cierta inocencia perdida. Pucha.

26 de abril de 2012

Usados

Pasé por una librería de usados cerca de la estación. Quería comprar algo, nada especial.

Llego, busco el sector de literatura latinoamericana y argentina. No alcanzo a ver los estantes más altos: acerco la escalera y sigo en la búsqueda. Elijo cuatro libros, entre ellos una edición de 1974 de Quién de nosotros, de Mario Benedetti. Pago y salgo.

Ya en la parada del colectivo, ojeo los libros. En el de don Mario, amarillento, amarronado por el tiempo, algún lector previo dejó un envoltorio de caramelo Sugus naranja. Por el color y el diseño, tiene casi tantos años como el libro: los dos están ocres.

En el '74 yo tenía tres años y comía Sugus: cuando me regalaban un paquete de los verdes era feliz.

¿Quién habrá comido ese caramelo mientras leía ese libro?.
¿Qué pistas habrá en los míos?: boletos, marcas con lápiz, alguna foto, muy raramente un estampa, señaladores...

Intertexualidades.

25 de abril de 2012

Cursi y feliz

Sí, lo admito: el otoño me saca el costado más cursi: me enamora cada año más. Mucho. El despliegue de belleza, para mí, no es siquiera superado por la primavera. Sumemos las temperaturas de llevar bucito y listo, no puedo estar más feliz.

Le agrego, como si fuera poco: los guisados de vegetales, las sopas caseras, que llenan de calidez con aromas a especias, a cariño de abuela.

Había dejado preparando solito, en la cacerola de barro, un rejunte de verduras y hortalizas, a fuego lento, con curry, estragón, cebollas... Abrí la puerta y me abrazó la sensación de hogar.

Un montón.

24 de abril de 2012

Ejes III

Y hay otro tipo de gente des-centrada que me encanta. Des-centrada o ex-céntrica, no lo sé.
Son excéntricos por raros, descentrados porque pueden ir y venir de ellos a otros sin perder/se.

Raros/excéntricos: solidarios, empáticos, escuchantes y escuchadores, austeros, comunitarios, buscadores honestos, críticos pero no criticones, mansos pero no tontos, tranquilos pero no tanto.
Descentrados por lo mismo.

Conozco varios. Y me alegran.

23 de abril de 2012

Ejes II

Así como hay quienes creen que el sol sale porque ellos despiertan, hay quienes viven des-centrados, en el sentido de des-equilibrados.

Personas que, contrariamente a los que son el eje del universo, no tienen eje dónde volver: por lo que fuere -y no es juicio, sino constatación- no tienen un espacio interno desarrollado como para replegar/se, encontrar/se, centrar/se.

Todos, de vez en cuando perdemos el eje, claro. Algunos no lo encuentran más. Ojalá podamos ser/nos/les lazarillos.

22 de abril de 2012

Ejes

Cuando atravesamos la vida, en ese viaje a la madurez que nunca llega, transitamos el paso de descentramiento: niños o adolescentes nos consideramos casi el centro del mundo, el ombligo del universo.

No es una cuestión moral, sino evolutiva. A medida que sociabilizamos se desplaza, lenta y agónicamente, el eje: no soy un solo ser con mamá y asomo al mundo; mamá tiene vida más allá de mi necesidad de teta o pañales, y por más que llore, no aparece en seguida; mamá tiene otros -pareja, hermanos, trabajo-... Y eso sólo en los primeros años. Duelos, duelen estos quiebres. Pero son necesarios.

Por eso les enseñamos a los chiquitos (y no tanto) la importancia de compartir, de no ser egoístas, de tener en cuenta a los demás y sus necesidades, de empatizar y ponerse en el lugar del otro. Mientras les aseguramos su valía, su importancia, también buscamos abrirlos al mundo.

Muchos mueren sin lograrlo.

21 de abril de 2012

Conmigo no cuenten

Al palo, a fondo, a todo lo que da, con todo, arriba, bien arriba, a pleno, sin descanso, palo y palo, vamo' lo' pibe', a ganar, a robar la cancha, vamos por todo y por más...

Nada me desmotiva más que estas expresiones de aliento.

20 de abril de 2012

Revertir, no pervertir

Charlaba en terapia, derivado de la visita a la ESMA y de otras cuestiones menos trágicas o límites: ¿cómo puede ser que haya personas que disocien, se disocien tanto?. El torturador que terminado su turno toma mate con su víctima aparecía como ejemplo extremo, pero... ¿cuán disociados o esquizoides vivimos?.

Vamos escudándonos en condicionamientos, en historias, lo que nos pasó, en... como si no pudiéramos escapar a un destino impuesto, nefasto, victimario. Como si no quedase casi espacio para ejercer una libertad que nos permita crear otra cosa. 

Conociendo a algunas personas que logran cambiar lo que parece un camino inevitable a la perversión, al desastre, a la muerte, veo que no somos víctimas, que algo podemos hacer.
Resilientes.

19 de abril de 2012

Para lo demás, existe Mastercard

Fuimos con Loli a tomar un helado y a charlar de cosas importantes, como, por ejemplo, cuál es el sabor de helado más rico o por qué el sonido rebota en las habitaciones vacías. El otoño cálido nos da la excusa perfecta para caminar unas cuadras y sentarnos en la heladería a filosofar. 

Cuando volvíamos, Rocío se acordó que cuando fuimos a la isla, metidos en el río, cantábamos un reggaeton (?) y bailábamos. 
-¿Lo hacemos?, me dice.
-¡Dale!

No llegamos a los cien metros porque nos tentamos demasiado, tanto que tuvimos que parar a tomar aire.
Impagable.

18 de abril de 2012

Melódico

Las variedad de voces en un coro hacen a la belleza: tenores, sopranos, mezzos, bajos. Cada quien en su cuerda contribuye a la melodía. Alguna vez que he cantado en coro me gustaba callarme y dejar que los sonidos de los demás me envolvieran. Si no callaba, mi propia voz me impedía escuchar bien las voces ajenas.

Para poder cantar con otros, en la misma o en otra cuerda, es fundamental afinar el oído, respetar el tono ajeno, modular el volumen, respetar los silencios, las entradas, dejarme enseñar por quien sabe mi parte y poder enseñarla a otro, teniendo en la cabeza, también, la cuerda de los demás.

Pero claro, eso es un coro, no la humanidad. Pena, sí.

17 de abril de 2012

Pequeñas inmoralidades

Ya lo había escuchado alguna vez, pero creí que era uno de esos mitos sin demasiado fundamento. Pero no, es cierto, parece. Ayer salió esta nota en lanción.com: http://www.lanacion.com.ar/1465124-la-inigualable-experiencia-de-tomar-el-cafe-mas-caro-del-mundo. Léanlo antes de seguir, por favor.

OK, un par de cosas obvias o no, quién sabe.
Cada uno es libre de hacer lo que quiera con su vida, sin dudas, y ser tan imbécil como quiera o se lo permita.
Por eso, me parece que gastar $250 o entre €75 y 90 por un café que sale de los granos no digeridos y recolectados de la materia fecal de un mono, no merece otra cosa que mi más sincero desprecio.

Y apuesto que quienes lo toman ni les limpian la cola a sus hijos porque les da asco.

Punto.

16 de abril de 2012

Intentos de bondades

Cuando éramos chicos, con un grupo de amigos íbamos a un hogar de chicos que estaban bajo juez. El hogar lo llevaban adelante unas monjas y a nosotros nos conocían de la parroquia. Nos creíamos mil, re-buenos. 
Cuando íbamos, generalmente en domingo, los chicos que quedaban eran los que por el motivo que fuere, no habían tenido nadie -tío, abuelo, madre, hermano- que pasara a buscarlos por el fin de semana. Lo pasábamos lindo: juegos, algún video, fulbito... Tomábamos la leche y nos despedíamos.

A la distancia me sigue quedando el gustito agridulce de la despedida.

15 de abril de 2012

Jet Lag

Ayer soñé que, mientras almorzaba con mis padres decidía ir a Taizé, en Francia. Por supuesto que llegué tan pronto que cuando me ofrecían algo para tomar el té agradecía, porque había almorzado recién. Tan rápido viajé que sólo tenía una muda de ropa en la mochila y me olvidé la billetera.

Un par de días antes, estuve en Figueres, desayunando con gente querida que está viviendo en Europa y Oceanía. Un desayuno/almuerzo en el que había waffles. No sé por qué, pero era importante y bueno que hubiese waffles.

¡Me da una intriga saber cuál será el próximo destino!

14 de abril de 2012

Regla de tres no tan simple

En el terreno de las hipótesis y mientras no pase nada raro, tenemos y mantenemos nuestros principios éticos y morales: somos tan honestos como nos lo proponemos y tan deshonestos como nos lo permitimos. No robamos ni matamos y mentimos sólo lo imprescindible.

¿Pero qué pasa cuando se nos corren los horizontes o los límites nos aprietan?. ¿Cuándo lo insólito se cruza y tambalean los principios-que-rigen-todo-nuestro-sistema?.

Lo poco que pude ver es que a más rigidez en los principios y mayor armazón de reglas, más vergonzoso es lo pronto que se desmoronan las cosas.
Uno o dos puntos en el horizonte alcanzan. Me alcanzan por ahora.

13 de abril de 2012

Guagüitas

 Alguna vez ya les conté de la verdulería del barrio (¿Políticamente correcta?). Hace un par de meses una de las mujeres que trabaja ahí, hija de la "dueña", tuvo su beba, enorme, preciosa. Hay días que se escuchan los llorisqueos de la gorda detrás de los cajones puestos en estantes. Siempre hay alguien que la cuida, mientras los demás atienden a los clientes.

Cuando pasé ayer había mucha gente. Estaban todos en el local y la mamá tenía a la nena envuelta en un aguayo, colgada en la espalda, dormida, tranquilísima. La madre iba, venía, pesaba frutas, cortaba zapallos, cobraba, embolsaba. Y la gorda lo más plácida. Esas guaguas ancestrales están siendo recuperadas por mamás (y algunos papás) canguros, que andan con su cría a cuestas.

Me renació un respeto profundo por estas mujeres: trabajadoras, tribales, madrazas, abuelas, amantes amorosas de sus niños.

12 de abril de 2012

Analfabeto

Cuando digo que no me interesa en lo más mínimo el fútbol me miran cual bicho raro. Te miro un partido, si me dan ganas, en un mundial, como para poder charlotear de algo, ponele. Pero no comprendo a quienes siguen los de acá, los de Europa, los de Brasil, los de Júpiter. Por más que que haga el esfuerzo no retengo más que un par de jugadores o técnicos.

No entiendo -NO ENTIENDO- cómo se pone tanta energía/pasión/amor en eso. No puedo. Ni tengo ganas de intentar poder. Es casi una discapacidad. Ni les cuento cuando, a modo de charla intrascendente, un remisero/doctor/alguien intenta comenzar un intercambio: me limito a decir tal cual, ajá, mirá vos, qué cosa, tremendo... 

I don't speak sports, I'm sorry.

11 de abril de 2012

¿Me explico?

El pobre anónimo que dejó el comentario ayer me dejó pensando, una vez más, en la in/comunicación.
  • ¿Qué entendió de lo que leyó, si es que leyó?
  • ¿Qué quiso decir? ¿A quién?
  • ¿Se refiere a su anonimato?
  • ¿Cree que me refería a él/ella?
  • ¿Cree que Roberto es quien escribe?
  • ¿Cómo se entiende lo que haya querido decir?.
Incomunicación, decía, porque, evidentemente, no supo/quiso/pudo entender.
Me encantaría entender-lo/a. 

Pero es imposible.
No es mi culpa, ¿vió?.


10 de abril de 2012

Los sospechosos de siempre

Los pobres, los negros, los bolivianos, los de la villa, los de la otra villa, los de tal zona de la villa, los políticos, los jueces, los curas, los punteros, los militantes, los militares, los artistas, los analfabetos, los cultos, los incultos, los pelirrojos, los que usan barba, los abogados, los periodistas, los que opinan, los que callan, los que otorgan, los cómplices, los que miran a otro lado, los que miran demasiado, los críticos, los que tragan sapos, los santurrones, los amorales, los cuñados, los gays, los pro-vida, los pro-aborto, las feministas, los machistas, las lesbianas, los que emigran, los que vuelven, los judíos, los católicos, los evangélicos, los ateos, los de izquierda, los de derecha, los agnósticos, los rígidos, los relativistas.

No se salva nadie.

9 de abril de 2012

Fetiches

La culpa la tiene Martín, mi compadre. Él me presentó las agendas Moleskine (Tienda Moleskine). La vi y me enamoré: el diseño, la textura del papel, el elástico para cerrarlas... De ahí pasé a googlearlas: miraba las imágenes, averiguaba cuánto costaban en Argentina, me decía que no, encontraba ediciones limitadas conmemorativas de Star Wars o El principito...

La cuestión es que aprovechando que venían unos amigos que viven en USA las compré vía Amazon.com: con lo que compraba una en BsAs compré tres, incluso una de Star Wars para Tincho. Me las trajeron hace diez días, casi; pude darle a Martín la suya y se puso muy contento -nada como tener un co-adicto, dicen-.
La cosa es que no puedo abrirlas: están ahí, en la mesa del teléfono, con su celofán intacto, esperando que algo inaplazable merezca ser anotado ahí.

Temo abrirlas y que se vaya el hechizo.

8 de abril de 2012

Mañana de pascua.

Lo repetido no le quita novedad: cuando unas mujeres fueron a rendir sus respetos y ungir el cuerpo del que había sido su maestro, descubren que la tumba está vacía.

El signo es ambiguo: podía ser obra de profanadores de tumbas; podía ser un error.
Alguien -un joven, un par de mensajeros- les interpreta lo encontrado. Mejor dicho, lo no encontrado: el que murió crucificado, ha sido restaurado, levantado, re-creado a la vida.
Ahí comenzó todo.

Vuelvo a este signo, ambiguo, frágil, como todo signo.
¡Qué necesidad enorme de intérpretes!.

Feliz Pascua.

7 de abril de 2012

Orden y desconcierto

Juntando papeles e intentando hacer orden me encuentro con cosas insólitas que ni entiendo para qué las conservo: en su momento debe haber significado algo esa tarjeta/nota/foto/recorte/artículo. Ahora no le encuentro sentido. Algunos ni siquiera estoy seguro de dónde vienen.

Otras cosas me alegran y agradezco reencontrarlas. Sé que las guardé por algún motivo y lo recuerdo. Están a mano para revelar, recordar, acercarme una memoria o lanzarme hacia alguna dirección renovada.

Otras las vuelvo a reservar para otra oportunidad, porque en este momento no me son necesarias o, al menos, no es lo que busco. Pero sé que están buenas.

Con las personas, a veces, es parecido.

6 de abril de 2012

JLB

Hace un tiempo me regalaron la Obra Poética completa de Jorge Luis Borges. Confieso con vergüenza que nunca pude engancharme demasiado con JLB. Algún cuento me gustó, algún otro me dejó indiferente. Para colmo, cuando escucho o leo a alguien hablar maravillas de él, internamente me siento un gil.

La cosa es que me dije: capaz que por la poesía puedo entrarle. Y me encontré con la ya mítica Fundación Mítica de Buenos Aires y sólo con eso Borges merece ser Borges. O tropiezo, vía lectura coral en youtube con el Poema de los dones y no puedo menos que emocionarme.

¡Quién tuviera parte de su espíritu!

5 de abril de 2012

Piadoso

Se larga la semana santa. Para mí, que creo en Jesús, es un momento de volver a mirar sus opciones, su camino, y tratar de acomodar mis opciones y camino.

Servir, entregar, confiar.
Servir con la vida, a la vida de los demás.
Entregar la vida, no en los extremos irreales, sino en la diaria.
Confiar, más allá de la evidencia, que el Padre está y sostiene.

Esperar la novedad inesperada de la resurrección.

4 de abril de 2012

Tan claro como el chocolate.

1-¿Viste qué pasó en tal lugar?.
2-Arroz con manteca.
1-Un horror, claro.
2-Dos perros y un Renault 4.
1-Besos, nos vemos.
2-De nada.

1 se va pensando: ¡Qué lindo es charlar!
2 se va pensando: ¿tantos años?


Eso. Muchas veces es esto.

3 de abril de 2012

Corolario a días de cine IV

Cuando decía en el post de ayer hacernos amigos de la "hermana muerte", de ninguna manera pretendo ser necrofílico o morboso. Para nada.

El morbo y la necrofilia están, por decir, en los noticieros que impunemente exponen un cuerpo muerto luego de un accidente o en el comentario superficial que da cuenta de cuántos muertos hubo en un atentado o accidente.

Hacernos amigos creo que pasa por enfrentar sin tragedia que la muerte es parte -¿condición?- de la vida. Es, me parece, entender que somos finitos, no eternos; mortales, no dioses.

No es sencillo: como tantas otras cosas, creemos que ignorándolas desaparecen. En verdad, se agazapan: saben que ganan.

2 de abril de 2012

Días de cine IV

Chechu hace unos días me prestó "Final de Partida (Okuribito)", película japonesa ganadora del Oscar en 2009.

Quería sentarme sin apuros y ayer tuve la posibilidad de verla. Gira, de algún modo, en torno al nô kan, ritual que consiste en preparar a los muertos, limpiarlos, vestirlos, arreglarlos antes de ponerlos en el ataúd. Por momentos es grotesca -reconozco que esos momentos distienden, pero me molestaron-. Por otros, serenísima; por otros, los más, poética.

El protagonista, Daigo, alrededor de los 35, ya no puede tocar el cello en una orquesta de Tokio, porque esta se disuelve. Regresa entonces, con Mika, su esposa, a su pueblo de origen, donde termina en este oficio marginal y bello.
Marginal, porque toca uno de los márgenes vitales, bello, por lo que tiene de ritual, de ceremonioso, de despedida, de honra.

Personalmente, creo que la muerte nos agrede desde las pantallas y los diarios, pero la negamos, la disfrazamos cuando nos toca cerca.

No estaría mal mirarla más y abrazarla como parte de la vida. Hacernos amigos de la "hermana muerte", como diría Francisco de Asís.

1 de abril de 2012

Señas

A veces suben al colectivo varios sordomudos, jóvenes, cercanos a los veinte, calculo. Se sientan donde pueden, si es que tienen lugar, y comienza el show para mí:

Charlan entre ellos, de una punta a la otra, sin sonidos. Discuten y las manos se aceleran, las señas se hacen más cortas y agudas; cuando cuentan algo y quieren exagerar, enfatizan o alargan la seña, como cuando los "orales" alargamos las palabras. Mi paranoia me dice que cuando ríen, es porque se burlan de mí, pero no creo que sea así. Hay momentos en los que es claro que están gritando: la postura, los gestos faciales. Otras susurran, como si las manos se acercaran a los ojos que las escuchan para contar un secreto.

Es una pena que deba bajarme enseguida.