Gente que se dio una vuelta


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30 de noviembre de 2011

Switch off


Algunos días deseo tener un interruptor que corte con los pensamientos. En realidad no con los pensamientos en sí, sino con los procesos paralelos que se disparan en casi toda ocasión.

No tiene que ver -solamente- con obsesiones, sino con encontrar conexiones, coherencias o incoherencias, cosas que se disparan para lados insólitos. O con encontrar hilos entre el gnosticismo, por caso, y la new age rebajada. O ver TV e indignarme de la misoginia activa o pasiva de las publicidades. O analizar un discurso y sus implicancias. O hacer el esfuerzo para no decir todo lo que se me ocurre sin pasar por censura previa. O lamentar cómo las palabras pierden sustancia ante tanta cháchara vacía. O...

Quiero, alguna vez, poder poner cara de vaca mirando el tren y que no me importe.

29 de noviembre de 2011

Isla flotante

Unas fotos que compartió Esther de las islas de los uros, me activaron algunos paralelos. Había estado yo por ahí hace más de diez años. Ahora, recordando y con otras experiencias y ensayos, vuelvo a ver, a viajar.

En el lago Titicaca, cerca de la bahía de Puno, hay unas islas artificiales hechas de juncos entretejidos. Viven ahí algunos aborígenes de los uros, los cuales, ante el avance de los incas que venían conquistando e imponiéndose, prefirieron huir al lago, tejer. crear esas islas, antes que ceder frente al invasor. Eligieron la marginalidad y crearon una alternativa. Los uros que quedaron en tierra firme, fueron asimilados por el imperio incaico.

Me resonaban otras comunidades que eligen el margen -no que quedan marginadas, necesariamente, sino que lo eligen-: desde los terapeutas egipcios, los esenios judíos, los eremitas, las comunas amish, los hippies, las tribus modernas. Tantos que buscan cómo vivir a pesar de, al margen de, fuera de, imperios que conquistan, hegemonizan, alienan.

Me resuena también la marginalidad que es pertenecer y resistir, crear modos nuevos.

Hoy las islas de los uros son visitadas por turistas como rareza.
¿Falta mucho para que hagan tours por estos lados?.

28 de noviembre de 2011

Paladear II

Tampoco es que crea que haya que probar absolutamente todo lo que nos cruza en el camino. Aunque lo intentase, no podría leer todo lo que deseo, mirar todas las películas que me gustaría ver, recorrer cada uno de los senderos que se nos presentan.

Sólo digo que si no corremos un par de riesgos y probamos algo desconocido, nos aburrimos con un cine distinto o descubrimos algún autor extraño, se nos achica la mirada.

27 de noviembre de 2011

Paladear

Mi espíritu gourmet-de-entrecasa hace que tenga un buen surtido de especias y hierbas, algunas cosas que ni sé bien para qué sirven, un par de aceites enriquecidos con algo... Es notable como un poco de sabor hace que unos fideos, por ejemplo, tengan un upgrade interesante.

Creo que por eso me da pena como muchas veces nos encerramos en los sabores conocidos, sin aventurarnos a algo que dé sabor, que cambie un poquito el gusto, que despierte otras zonas del paladar, la lengua, el cerebro.

Y no hablo de comida, no más: ver nada más que un tipo de películas, leer sólo un par de autores, escuchar apenas cumbia u ópera. hacer todos los días idénticos al anterior, no moverse cuatro cuadras a la redonda... quita posibilidades de gozo.


26 de noviembre de 2011

Echále agua

¿Cómo es posible, me preguntaba alguien, que no podamos encontrar acuerdos en cosas que son casi básicas?; cómo es que no podemos corrernos un poco y, aunque sea, intentar cambiar la perspectiva?.

Honestamente, no lo sé. Lo que sí sé es que hay personas, grupos, gente, con quienes ya no tengo ganas de entablar diálogo. Me parece que no vale la pena gastar energía dialogal, lógica, incluso afectiva, con quienes sabemos que no hay modo de encontrarse, porque no hay voluntad de encuentro. O con quienes creen que sólo llevándonos "a su bando" podemos encontrarnos.

Mi tolerancia tiene como límite paradojal y lógico-doble paradoja- la intolerancia.

25 de noviembre de 2011

Americana y rusa

El miércoles luego de almorzar en casa de los viejos con ellos y los sobrinos, fuimos a tomar un helado: Loli, Facu, mamá y yo. Papá no quiso venir, pero nos pidió que le lleváramos uno.

A pocas cuadras hay una heladería linda, grande, con mesas adentro, aire acondicionado y un helado riquísimo. Mamá se sentó con Loli, yo pagué los helados, Facu los pedía conmigo y los llevaba a la mesa.

Mami está en los setentitantos, los chicos entre los 8 y los 12, yo en los 40. Cuando los miraba mientras esperaba mi helado, se me hizo muy presente lo de los ciclos de la vida, cómo "una generación pasa y deja su lugar a la otra", en palabras de Qohelet.
Por un rato, todo estaba maravillosamente bien.

24 de noviembre de 2011

Disculpen mi risa

Ayer y hoy apareció en los diarios una terrible noticia: las pulseritas Power Balance no cumplen con lo que prometen -http://www.clarin.com/sociedad/pulseras-Power-Balance-empresa-quebrar_0_595740604.html-. Después de reponerme del shock inicial, que puso en jaque todo mi sistema de creencias y convicciones, de recordar a personas que me juraron los beneficios que le había traído usarlas, volví a mi manía de pensar, analizar...

Y lo compartía con algunos, vía face. Tute decía que era porque somos unos muppets consumistas. Yo decía que, para mí, tiene que ver con la necesidad de fetiches o seguridades. Somos modernos, científicos, pensantes: la cinta colorada o la pata de conejo es superstición, pero algo que de poder, equilibrio a las energías, es ciencia

Tiene que ver con que no nos animamos a rezar, y por eso tiramos buena vibra. 

Descreemos de todo, pero necesitamos pequeños mesías, pequeñas salvaciones. 

Aunque sean placebos. Peor es nada,dicen.
¿Peor que la mentira?

23 de noviembre de 2011

Tiranías II

La muerte de los padres/dioses/referentes dio a luz, también, al reino de la opinión. Paren, antes de calificarme de nazi intolerante, aguanten un cachito y lean.

La opinión está entremezclada y confundida con la certeza: si yo opino sobre algo, por la misma definición, no estoy haciendo ciencia. Hablo de lo que creo, me parece, percibo.
Si afirmo, si tengo certeza, es otra cosa: es así y no de otro modo. Yo no opino que tengo padre y madre; yo sé, afirmo, certifico que los tengo.

La opinión basa su saber en encuestas, y cree que las encuestas reflejan o hacen a la realidad; no distingue gradaciones: tiene la misma certeza la fuerza de gravedad que la vida en Urano.

Yo puedo opinar, intentar un acercamiento, sobre, por caso, economía mundial. Puedo hablar de lo que me parece. Ahora, por más que opinemos, se nos escapan muchas, demasiadas puntas como para poder pontificar.
Si pudiéramos distinguir eso, simplemente eso, ya sería mucho

22 de noviembre de 2011

Tiranías

Cuando fuimos modernos y superados decretamos la muerte de los dioses, de Dios, del Padre y de los padres. Tan asfixiados y oprimidos que necesitamos cortar con las referencias autoritarias, con las autoridades. Fue un buen momento para ensayar fraternidades libres, solidaridades nuevas. Freud diría: Chau, super-yo.

Años más tarde andamos desorientados porque el poder lo tomaron los niños/hijos, pura pulsión, puro ello. Y el ello es irracional, imprevisible, caprichoso. El niño hace que los adultos lo sirvan y complazcan. Ya, ahora mismísimo. Logra que los adultos le teman a él y desconfíen uno de otro: mamá dice que... papá dice que... Todos lo pasamos.

¿Qué nuevo tipo de padres/madres/dioses/Dios tiene que nacer?

21 de noviembre de 2011

Deal with it II

Decíamos con Marta, también, que la frustración tampoco tiene buena prensa. 
El modelo obliga al éxito y a la felicidad constante. Con una crueldad tremenda, culpabiliza a quien no está eufórico o se equivoca, yerra.

Peor aún cuando, incluso sin darnos cuenta, nos juzgamos bajo esa mirada o exigimos a los demás desde esa mirada. Enferma, nos enferma. De lo más alto al abismo en nanosegundos.

Queda poco espacio para la normalidad, lo cotidiano que escapa de extremos.

20 de noviembre de 2011

Deal with it

Decía Marta y coincidíamos: es necesario aprender a frustrarse y enseñar a frustrarse.

Para mí tiene que ver con saber que no somos el centro del universo, que no todo pasa a favor o en contra nuestro, que no todo sucede gracias a nosotros, ni todos los dioses conspiran para nuestra felicidad o desgracia.
También con saber contentarse -que no es lo mismo que resignarse o conformarse- con el presente para abrirse a la esperanza del mañana.
Con el largo proceso de estar siendo para llegar a ser, de ser-en-el-tiempo-y-espacio, donde las cosas son procesuales o tremendamente repentinas, o no son.

Con lo arduo, que no se opone a lo gratuito.

19 de noviembre de 2011

Viaje corto II

Volviendo de San Isidro me me siento en los últimos asientos del colectivo, en el medio. Al lado, una mujer me mira. Viene tejiendo al crochet, su hijo, de unos 6 años, al lado.
-¿Usté es Pablo, de San José?.

Cuando lo afirmo, deja el tejido y empieza a contar. Y cuenta que...
Su marido está detenido hace siete meses acusado de intento de violación, aunque no encaja con la descripción del sospechoso; que cuando lo visita, la inspección es vergonzante; que nunca jamás le levantó una mano; que crió a los hijos mayores, de otro hombre, como propios; que sólo tomaba los fines de semana; que el ADN resultó borroso, que la llama llorando, porque la celda en la que estuvo estaba infestada de ratas; que...

El colectivo bastante lleno, el hijo al lado, algunos parando la oreja para no perder detalle.
Lo más triste es la naturalidad con la que describía la situación; lo más triste es que no le parecía obsceno exhibir/se delante de su hijo, de los demás.

Necesitaba mucho decirse, que la escuchen.

18 de noviembre de 2011

Babeles

Mi pequeña biblioteca debe tener arriba de 350 libros. Novelas, escritura, teología, diccionarios, cuadernillos, fotocopias anilladas, cuentos, poesía. Se desacomodan en los estantes, se derraman en el escritorio, algunos en el piso junto a la cama, en la cajonera. 

Aparecen en el baño, la mesa del comedor o la cocina, otra pequeña estantería, el bolso o mochila que me acompaña. Algunos están en el exilio del préstamo, confiando en la vuelta. Otros ya perdidos. 
Sumemos la virtualidad que está en el rígido de mi computadora: no los posibles, sino los pdf, doc, páginas descargadas.

Entiendo que lo mío es rayano con la avidez, seguro. Pero cuando me encuentro con alguien que no sabe leer no puedo dejar de pensar en los mundos que se le niegan; cuando con alguien que no gusta de la lectura, los mundos a los que se niega. 

Historias, noticias, aprendizajes, información, vuelos, dolores, hermosura, verdes, números, deseos, traición.
Cabe tanto en una página.

17 de noviembre de 2011

Scary reality

Rocío vio una película de terror. Según el hermano, no era de terror, pero todos sabemos que lo que a los 12 parece una pavada, a los 8 es terrorífico.

Ya la abuela -mi madre- me había contado que las últimas dos tardes, que había llegado cansada del colegio, le pidió que se quedase con ella durmiendo un ratito. Cuando ayer llegó, luego de los saludos de rigor me contó la película casi entera, con voz aún de susto.

Pensaba, después, en esa necesidad de poner fuera los monstruos, el terror, la sangre. Gritar, temblar, clavar los dedos en la mano de quien está con nosotros. Cerrar los ojos con horror pero atraídos por el mismo miedo, para agradecer que la realidad que vivimos no es tan terrible.

Catarsis, le decían los griegos.

16 de noviembre de 2011

Viajes

En alguna película que guardo en la memoria (memoria de sábados sin TV por cable de hace bastante pero no tanto), un viajero espacial regresa a su mundo. O eso cree: regresa a un mundo igual al suyo pero en espejo. Sus amigos, su familia, todos son los mismos, se reconocen mutuamente -en realidad, no hace falta re-conocerse-. Pero la derecha es la izquierda, el corazón queda del otro lado del pecho, el hígado patea simétricamente opuesto...

Algunos, sin haber dejado la Tierra para algún tipo de viaje galáctico, tienen o tenemos viajes similares que nos hacen ver las cosas al revés: lo que parece bien no lo está tanto, lo malo parece menos peligroso que lo que el manual decía, el ladrón hace cierta justicia que no logra el magistrado.

María Elena, poeta, hablaba de "el reino del revés"; Jesús, poeta, del "reinado de Dios".
Cristales benditos.

15 de noviembre de 2011

¡Eh, don!

Por opción no suelo dar dinero en la calle o en los medios de transportes. Entre las leyendas urbanas del uso de los niños, la desconfianza con la que vivimos y los prejuicios, no me sale.

Sí, de vez en cuando, si tengo un cachito de tiempo y el viento a favor, prefiero ir con quien pide a comprar algo para comer. Me parece mejor, no sé.

Ayer a la tarde volvía a casa y bajé en otra parada del colectivo, para pasar por un negocio. Salgo, me rodean tres chiquitos de entre 9 y 11.
-Eh, don, ¿tiene una moneda?
-No, monedas no tengo, salí con billetes, no más.
-¿No nos da para comer?
-Mejor vamos a comprar algo juntos.

Cruzamos a la estación de servicio, entramos en patota. No los miré demasiado a ellos, sino que busqué una bolsa grande y no muy cara.
-¡Papas fritas!
-No, mejor unas galletitas para compartir.

Los del negocio miraban con desconfianza lógica. Pago, salimos y le doy el paquete a uno. Ellos doblan a la derecha, yo a la izquierda.
-¡Ey, señor!, escucho a uno que llama.

Me doy vuelta, ya a varios metros. Pulgar en alto, dice:
-Gracias.

Andaba yo tan apurado que no le di tiempo. Me "humanizaron".

14 de noviembre de 2011

Burdeles modernos II

Los otros días escuché y leí que en Estados Unidos hay 400 personas que tienen más dinero que los otros 150 millones de estadounidenses juntos. Y que dentro de esos 150 millones siguen habiendo diferencias abismales.
A nivel mundial nos cansamos de ver -pantalla mediante, graciadió- zonas de miseria y pobreza extrema.

El cuerno africano, que por suerte está lejos, la India, un poco más lejos, los pobres más incómodos que están cerca de casa. Los migrantes que molestan cuando no son blancos...

No deja de asombrarme, mal asombrarme que no sepamos tomar decisiones políticas a favor de estos y sí que medio mundo tiemble por el descalabro de la economía europea.
Mammón, el dios, sigue regodeándose.

13 de noviembre de 2011

Burdeles modernos

Las publicidades de aguas, yogures, probióticos, celulares, productos para el pelo... proponen comprar experiencias. Hacer la experiencia de tener tal marca, tomar tal agua, usar este champú. El producto pasa a ser un medio para sentir, conseguir, pertenecer.

El producto se compromete a dar algo más allá de sí mismo: el agua no hidrata o quita la sed, sino que conecta con la montaña; el celular, teje la red de contactos pretendiendo tejer vínculos.
La prostitución de los objetos.

12 de noviembre de 2011

Pegá un grito, pordió! II

Continúo lo del otro día - Pegá un grito, pordió!-

En un punto creo que los pasivo-agresivos son cobardes con un sesgo perverso:
cobardes porque no se animan a enfrentarse con lo que sienten/piensan/les sucede; con un sesgo perverso porque buscan el modo de proyectar o depositar eso en el otro para poder exorcizarlo: al no ser ellos quienes lo verbalizan o actúan, es el otro quien queda en lugar de malo, inferior, agresor, duro, lo que fuere.

Y si el otro no tiene cierta estructura sana, mínimamente firme, estable, termina creyendo que sí, que es el culpable de lo que sucede, de lo que le pasa a ambos.
Es una trampa para ambos, para todos.

11 de noviembre de 2011

XI del 11 del Once

El 5 de noviembre iba a morir Facebook a manos de Anonymus, y nada.
Pero por las dudas que este 11/11/11 produzca algo planetario, único, nuevo, no quiero quedarme afuera.

Me surgen dudas de porqué ahora, y no el 11/11/1111, pero no queda nadie de esa época para preguntar.
Temo que el 6/6/66 haya nacido el que tiene el número de la Bestia y ande por acá cerca.
Creería que el 7/7/77 es la fecha de creación de Seven up, pero no te lo puedo asegurar.
Sé que uno de las hijas de Andrés de Inglaterra y Sarah Ferguson nació el 8/8/88; lo que no sé es cuál.
El 9/9/99 mucha bola no le dimos, porque esperábamos algo tremendo, bueno o malo, para el 2000.
A mí me divertía el 20/02/2002, que era capicúa.

No sé, las matemáticas no son lo mío.
Por si acaso, me pongo la medallita del Gauchito Gil.

10 de noviembre de 2011

Pegá un grito, pordió!

Los pasivo-agresivos me sacan de quicio. Despiertan en mí la fiera y el oscuro pasajero, todo junto.
¿Por qué prefieren ese modo artero, solapado?.


Creo que primero, por cobardes: como no se atreven a pegar tres gritos, hacen lo posible para que los pegues vos.

Eso les sirve para re-afirmarse en su lugar de supuesta superioridad: ellos no son violentos, agresivos, impulsivos. No responden sino mansamente, sonriendo. Pero desparramando hiel y veneno.

Además, si se permitieran caer en la simplicidad de una mueca, un tono más alto, un sonido destemplado, eso los bajaría del pedestal en el que se ponen. Cosa terrible sería.

9 de noviembre de 2011

Extensiones II

Hay que hacer un esfuerzo para poder entender lo tribal.
  • No es algo primitivo, en sentido peyorativo, sino en sentido primordial
  • Es necesario superar la invención relativamente moderna de la familia tipo.
  • Hace falta, también, recuperar algunas inmediateces que hemos perdido: vecinos, comunidades, barrios.
Responde de algún modo a la globalización, excelente en algunas cosas, tremenda en otras:
Sabemos cómo se llama la esposa del presidente de USA pero ni idea del nombre de la del almacén, por caso. Consumimos alimentos, desde el pan hasta las cebollas, sin habernos ensuciado las manos en el proceso de elaborarlos. Vivimos en un lugar, trabajamos en otro, nos encontramos en otro, nos distraemos en otro. Nuestros bisabuelos, nuestros abuelos, inclusive, no tenían estos hiatos vitales.

La escala humana se nos perdió al ganar otras cosas... A buscarla.

8 de noviembre de 2011

Extensiones

El terapeuta me desafía, cada tanto, a que escriba tal o cual cosa. Incluso quiere que en algún momento hagamos algo juntos, que miremos de cerca alguno de esos temas medio fronterizos entre la moral, la medicina, la religión, la espiritualidad.

Ahora me "pincha" para que sistematice algo sobre lo tribal como modelo social/familiar. No termina de entenderlo o de verlo. Yo tampoco lo termino de ver clarísimo, pero sí sé que es algo para mirar de cerca. No la tribu urbana de, ponele, los emos, los góticos, los que sean.

Es esa extensión de la familia nuclear tipo. Pueden o no haber lazos de sangre, pueden o no haber acuerdos absolutos. Pero lo que no puede faltar es la sabia necesidad de reconocernos compañeros y limitados. Es más que un grupo de amigotes o parientes. No sé.

Ir más allá del metro cuadrado. Cuidar en común, pensar en común, soñar en común.

7 de noviembre de 2011

Soplar y hacer botellas

En algunos lugares enriquecen el agua con flúor para ayudar  a la salud bucal. Bueno, yo tengo un plan de salud que pienso presentar al ministerio: enriquecer el agua -y por qué no, el aire, la leche, las verduras, la carne- con algún ansiolítico, fuerte, en lo posible.

Digo: si llegar al lugar en el que estás te llevó años de........ (dejadez, negación, imbecilidad, ignorancia, o lo que fuere), probablemente te lleve un tiempo proporcional salir de ese lugar/situación. Desde que notás un obstáculo hasta que podés superarlo, lo más probable es que tengas que bancarte cierto proceso o camino.

¿Qué por qué lo digo?: porque me irritan y cansan quienes (me) exigen que en 5 minutos se les solucionen las cosas, desde un divorcio violento hasta un corte de pelo. Eso, entiéndanlo, sólo pasa en las series, novelas o películas.

Ficción, ¿se distingue?.

6 de noviembre de 2011

Vieja linda

Ayer a la noche tuve un casamiento; conocía hace rato a los novios y a muchos de los que estaban.

Lo mejor fue encontrarme con la abuela del novio. Nos vimos en medio de la celebración y tuve que esperar hasta el final para saludarla. Nos abrazamos largo. Yo no soy nada alto, pero le saco dos cabezas; es pequeñita y está un poco encorvada.
-¡Hola, nene!
-Mercedes, ¿cómo andás? ¡Qué lindo verte!
-No me lo perdía ni loca.

Me tomó del brazo y salimos por el pasillo, cual pareja de recién casados.
-Mercedes, ¿seguís fumando?. 
-No, dejé este año, me dolían un poco los pulmones.

Tiene 92. La quiero

5 de noviembre de 2011

Matemáticas reloaded II

De todos modos, reconozco que la simplificación es necesaria muchas veces: ayuda a decidir, a discernir, a ver cómo se resuelven las cosas de modo fácil y rápido.

Poner el ojo en lo esencial, lo central, requiere muchas veces, "sacar" lo accesorio, lo que distrae.

Negarlo sería necio, al menos.

Es un ejercicio que si acordamos hacerlo, está bueno. Pero hay que acordar y hacerlo juntos, si no se convierte en una manera de borrar conflictos.

O conflictivos, o conflictuados.

4 de noviembre de 2011

Perspectivas

Rocío se quejaba porque quiere que se note que los árboles son más chiquitos que las personas que están cerca. Traducido: estaba empezando a sospechar la necesidad de referencias, de puntos de fuga, de perspectiva para poder dibujar y que se notase lo que pretendía.

-Tío, ¿cómo se hace para...?

Como todavía se divierte preguntando y aprendiendo, buscamos hojas y lápices, hicimos dibujos para ver cómo lograr esa sensación. 

Concluimos: lo que está cerca, parece más grande, más importante. Pero no siempre es así; depende de dónde nos paremos a mirar.

Cuando dibujamos es claro...

3 de noviembre de 2011

Matemáticas reloaded

¿Se acuerdan cuando en el cole nos hacían simplificar una operación?. Por si no se acuerdan, adjunto dibujo:
Para resolverla, para simplificar, había que tachar algún término, reduciéndolo, disminuyéndolo, dividiéndolo o eliminándolo.

Cuando escucho ciertos intercambios de ideas, o de gritos, de posturas que justamente, simplifican al que tienen delante, me viene la imagen de esas cuentas: simplificar, para resolver, tiene que ver con tachar, reducir, disminuir, dividir o eliminar.

Números, ideas o personas. Casi lo mismo.

2 de noviembre de 2011

Si tratás, no te sale

LA noticia del día: un nene de siete años cayó desde un séptimo piso y sobrevivió. Parece que como aterrizó de pie, sólo se quebró las piernas.

Tantas cosas se me ocurren...
Pero sobre todo me asalta la certeza que, si yo me caigo de un banquito, termino peor que él.
Seguro.

Decían y repetían los periodistas -por falta de imaginación o exceso de lugar común-: Los chicos tienen un dios aparte. 

Más allá de la reflexión teológica digna de "Todo por dos pesos", estaría bueno que tuviesen adultos cercanos más que dioses azarosos.
Y ni hablemos de la Pradón.


1 de noviembre de 2011

Recreo

Ayer almorcé con Manu y su papá. El almuerzo es la excusa para el encuentro, no más. Llevamos al niño al jardín y mientras esperábamos que la mamá volviera del trabajo, seguimos hilvanando ideas. O deshilvanándolas, no sé bien. En medio de esto nos encontró Mari al llegar:

Desde cómo intentar compensar la educación formal que a veces deja que desear, repasar algunos sueños renovados y otros nuevos, tratar de no perdernos en el medio de una frase, retomar la idea que habíamos dejado, animarnos a lo que no es "productivo", amar lo que vivimos y querer mejorarlo, reírnos porque ya "estamos mayores" y nos olvidamos que vimos tal película o leímos tal libro...

Es tan bueno poder seguir reconociéndonos compañeros de camino. Hace bien.