Gente que se dio una vuelta


© Copyright

Si querés copiar y pegar, claro que podés; pero citá la fuente, ¿sí?. Gracias.

21 de octubre de 2013

Sanas decisiones

Un fin de semana con muchas cosas, muchos encuentros, mucha mesa. Esos que agotan y dan gusto. Con gente alrededor, bastante gente. Variada. Repetida. De a ratos, demasiado para mí.

En medio de ir para un lado y volver para otro, para volver a salir al rato para un tercero, me cruzo con una mujer mayor, arriba de los 75 años. 
Me paro a charlar unos minutos. Me cuenta que estará sola al mediodía. Que estuvo enferma y nadie la visitó -porque no le avisó a nadie, claro, y fundamentalmente porque nadie la echó de menos-. Que se siente sola. Que ya está cansada de vivir así. Como la conozco, sé que hay algo de verdad y algo que no dice. Que su soledad de ahora es fruto de su manera de -no- vincularse. 

Me siento abrumado por tanto panorama oscuro. Me da algo de pena escucharla. Pienso qué opciones hacemos, hago, para no llegar a estos paisajes.
Ojalá no.

No hay comentarios: