Gente que se dio una vuelta


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23 de abril de 2011

Mesas V

Ana dijo que le gustaron los últimos posts; alguien más, Lucía, creo, comentaba que le trajo a la memoria la mesa en la casa de sus abuelos, donde había siempre lugar para quien cayese cerca de las comidas.

Les/me pregunto: ¿qué memorias de qué mesas estamos generando en los que nos siguen?.
La del cole, a mediodía, con comida recalentada en microondas -en el mejor de los casos- o alguna chatarra ad-hoc.
La del comedor popular, imprimando la memoria de la dignidad quebrada.
La del delivery, que tarda mucho más que cocinar juntos un paquete de fideos, no más.
La mesa del Mc, tumultuosa, incómoda, donde con lo cuesta una manzana afuera comprás un kilo.

No digo que cada día sea una fiesta de sabores, pero que podamos poner memorias de encuentros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si, fui yo! La mesa fue central en mi vida siempre. Cuando despedimos a mis abuelos surgió un GRACIAS enorme por dejarnos esto como herencia. De parte de mi abuelo la mesa abierta, siempre dispuesta a albergar uno más, la comida siempre alcanza, se amolda, se comparte, se invita .Y mi abuela nos heredó el rissotto, la torta PAncha, el postre Chela y el inolvidable ágape de churros caseros a la madrugada !En un encuentro furtivo de nietas y abuela en la cocina llenando el silencio de la mañana con charlas alrededor de una mesa que esperaba atenta mientras chirriaba el aceite en la olla y los churros se iban dorando para salir calentitos cubiertos de azúcar. Eran la excusa para un encuentro distinto....memorable, único.