Gente que se dio una vuelta


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30 de marzo de 2011

Ya no estamos en Disney

BAMBIFICACIÓN: Transformación mental de las criaturas de carne y hueso en personajes de los dibujos animados que poseen las actitudes y la moral burguesa judeo-cristiana. 
(Douglas Coupland, Generación X)

Al ver la simplificación con la que algunas personas miran las cosas, me venía esta definición de ese libro clave (léanlo, puede que atrase una década o un poco más, pero vale la pena; a mí me lo había prestado hace añares Guille). Lo gracioso fue encontrar esta expresión y definición ahí, ya que desde antes en un grupete de amigos, usábamos la palabra Bambi para describir justo eso. Es más, una frase que usábamos bastante era "lo picó un bambi".

Los bambis son binarios, monócromos, tienen sólo on/off; son inocentes no por buenos, sino por cortos... Todo lo que implique un análisis un poco más profundo, demorado, es visto con sospecha. La mera posibilidad de pensar mal los espanta, no por buenos, sino por negar el conflicto.

Pero como son taaan lindos, dan no sé qué, pobrecitos...
Sí, pobrecitos. 


Pobrecitos nosotros.

2 comentarios:

Mariana dijo...

Bambificación. Se bambificó. Es un bambi. Se hace el bambi. ¿Este se cree que yo soy un bambi? Me gusta.

Pablete dijo...

Para mí la mejor expresión sigue siendo: lo picó un bambi y sus derivados.
Dale, adoptalo, a ver si lo imponemos.