Gente que se dio una vuelta


© Copyright

Si querés copiar y pegar, claro que podés; pero citá la fuente, ¿sí?. Gracias.

31 de marzo de 2011

Niños...

Loli, que hace un mes empezó segundo grado, se quejaba:

-En el cole seguimos con cosas de primero.
-¿Por?
-Son cosas que ya vimos, contar, sumar. La seño dice que tengo que esperar.

Más allá de lo graciosa que es la mocosa esta, pensaba: ojalá guarde esas ganas de más, de aprender, de profundizar o avanzar, no sé. Y a la vez me dolía que en la escuela, como en tantas otras cosas, los ritmos se unifiquen, se uniformen.

¿Cuántas veces es posible captar la atención, el deseo, las ganas de aprender de alguien?. ¿Cuánto se pierde por no atender este deseo, y no sólo en los niños?. No es de extrañar que luego nos conformemos con poco, si desde chicos nos achanchan. El sistema es así.

Faltan maestros vitales.

3 comentarios:

Tincho dijo...

Lo mas "heavy" de este sistema educativo caduco, es que termina por pavimentarnos los ritmos internos personales, unificandolos con "la mayoría". Y no solo es injusto e intolerante a nivel individual, sino que además genera la percepción extraña de que quien no se acomoda a esa uniformidad, es un freak o un inadaptado. Es cierto que hay q lograr cierto concenso, pero esta ya demostrado que este no es el camino.

Tincho dijo...

...pido interminables disculpas por las faltas de ortografía. A veces escribo rápido para que no me gane el ritmo apresurado la cotidianeidad familar. Espero sepan entender!

Pablete dijo...

¿Acaso Manu o Mari te persiguen?
No, en serio. Ambos hemos tenido experiencia docente, y es verdad que hay que generar una media e intentar avanzar, sin dudas.
Pero cuando casi sistemáticamente la media es bajísima o no se oye al que va a otro ritmo (por más o por menos), es triste. En la escuela y en la vida, claro.