Gente que se dio una vuelta


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15 de enero de 2011

Sí, pero no II.

Sigo dando vueltas, y es necesario aclarar. Ídolo e ícono, al menos como los uso acá (y como los usaba ayer), van por el lado de la imagen y el proceso de ¿contemplación, identificación? que se da entre ella y quien la contempla, quien la mira.

Si me dejo guiar por la intuición etimológica, en el ídolo la fuerza radica en la mirada de quien lo idolatra: la raíz id nos acerca a eidon, lo visto. En el ícono (eikón, imagen), pareciera que la fuerza está puesta en algo que transmite la misma imagen. De hecho, en la tradición cristiana ortodoxa, los íconos son "ventanas a la eternidad".

Me parece que el ícono es transparencia de O/otro, mientras que el ídolo no es más que manifestación de lo que proyectamos o ponemos en él. Por algo, se sacrificaba a los ídolos, no a los íconos...

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