Gente que se dio una vuelta


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27 de enero de 2011

De entre casa III

Atrás de lo de amansar/domesticar, está claramente lo del Principito y el zorro, pero medio al revés.
Mientras ahí pasa por una cuestión de conocimiento y familiaridad, mi punto pasa por el opuesto: hay cierta tendencia a controlar todos y cada uno de los aspectos de lo que tenemos "en casa" que no me parece sano o deseable.

Digo, porque no es más que moldear la realidad a nuestra caprichosa manera: podemos elegir, sin dudas, tener una pitón de mascota. Si se come al gato, no es culpa de ella.
Podemos mantener un vínculo o una relación con alguien idealizado, pero si nos decepciona, no es su responsabilidad.
Podemos tantísimo, pero...

4 comentarios:

Tincho dijo...

... la tendencia a controlar cada aspecto de lo somos/tenemos, es algo que me provoca angustia en inquietud. Y tratando de ubicar de dónde vien me pierdo y se prolonga. Tan metido está en nosotros esto que reproducimos todo el tiempo sin darnos cuenta este modelo de control. Y eso nos aleja kilómetros de nuestro "ser esencial". Pero hay que seguir, sacudirse y ayudarse mutuamente. Comentarlo, ya es un montón.

monnybotte dijo...

Al leer este comentario, me viene a la cabeza la relaión con los hijos. En la que muchos padres están convencidos que sus hijos deben ser/hacer tal o cual cosa porque ellos mismos están convencidos que lo adecuado o tal vez porque es lo que ellos no puedieron ser/hacer.
Si sus hijos deciden tomar otro camino es frecuente escuchar: "No sé por qué me hacés esto"...
¿A quién se lo hacen? A si mismos o sus padres?...

Pablete dijo...

Tincho: comentarlo ya es un montón, porque al menos, se detecta, se nota, lo notamos...
Monny: ¡claro!, ¡los hijos son tremendo ejemplo!.

monnybotte dijo...

Tincho... GRACIAS!!!
Creí que me había ido por la nubes!!!
jajajajaja!!!