Gente que se dio una vuelta


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9 de enero de 2013

Al costado del camino

En Belgrano y Centenario, San Isidro, a metros no más de la avenida, hace años que hay una mujer que pide. Le falta una pierna y se sienta contra la pared de algún negocio, apenas levantada del suelo.

Paso seguido por ahí, frente a ella. Su pedido de ayuda (¿cuál, de qué tipo?) me cala el oído; y la visión se me atraviesa en la retina. Me escudo en mil excusas para no darle dinero, como si eso fuese lo que pide, me prometo que la próxima vez paro y le llevo aunque sea un paquete de galletitas, o que la saludo o algo.

Me pierdo en buenas intenciones, burgués, acomodado en mi apuro.
Me queda un gustito amargo.

2 comentarios:

monnybotte dijo...

Es algo que lamentablemente me pasa muchas veces...
No quiero darles dinero, por ese tipo de excusas que todos ponemos, pero después me siento mal por no detenerme para ver si puedo hacer algo más...

Pablete dijo...

Aida nos cuenta:

"Sí la conozco es la mamá de una ex alumnita mía. Y pasaron los años y ella sigue ahí.. pasaron muchos años , tengo imágenes muy lejanas de la nena que iba al jardín de la calle Martín Rodríguez(santa Rosa).Me acuerdo más de la mamá que de la nena, xq era y es de esas historias terribles y que no se sabe cómo ayudar. Sé que había pasado x una vida miserable, los hombres la usaban , ella quedaba embarazada y salía a pedir para mantener a sus hijos. Siempre un bicho estaba cerca de ella y le sacaba lo que juntaba y se lo gastaba andá saber en qué... o x lo menos me lo imagino. Hace unos años me acerqué a ella para preguntar que necesitaba y se sintió muy incómoda. Miraba para todos lados con miedo. Hasta hace poco cuando me ve en San Isidro y me reconoce mira para otro lado, agacha la cabeza, etc. Yo siempre pensé que un chongo la vigilaba o quizás x vergüenza que la maestra de la nena la vea, etc; no sé que le pasará x su cabeza pero cuando la veo yo siento que no pude hacer nada para ayudarla.

¡Gracias, Aída!