Obviamente, uno de los libros costó eso, el otro fue una tentación. No pude no comprarlo. Vamos, es La Boutique del Libro, es sencillo salir más pobre, aunque enriquecido.
Pensándolo luego me causaba gracia a mí mismo: ¿Soy el progre que alaba a Galeano o el reaccionario que lee Borges?. ¿El que tiene devoción por Saramago o el que se emociona con Paula, de Isabel Allende?. Esos y más.
En fin, uno más de tantos.
5 comentarios:
Siempre ganas libros ¿qué onda?
Podría invocar romances ocultos o escandalosos con alguno de los empleados/as o dueños/as de la Boutique, pero no... ni siquiera.
Los hados estuvieron de mi lado. Y me pone contento.
Fue una votación entre cinco finalistas. No dimos los nombres: la gente votó son saber que era Berbegall. Este es el link: http://apps.facebook.com/opinionpolls/poll.php?ref=mf&pid=1278943965
Fue, sencillamente, justicia.
Bueno, me pongo contenta por vos y no te envidio nada de nada (?)
POr que creer que es una contradición y no una virtud!!
y por mi parte nade de sana envidia yo, de la otra!!
JUA!
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