Desde hace varios años se impuso, lenta pero segura, la costumbre de convivir en lugar de casarse. Muchos heterosexuales, por desconfianza en las instituciones, otros por vagos del copete, que ni siquiera los movés al registro civil, otros... Muchos de ellos gritan pidiendo el matrimonio igualitario, pero no para ellos
No faltó quien se desgarrase las vestiduras, viendo tremendo avance del laicismo pecamiminoso, que esto es el sanseacabófaltabamás... Que es el comienzo del fin, el fin de los tiempos, el propio apocalipsis... Son los que ahora no quieren que haya matrimonio igualitario para todos y todas.
Así es difícil entenderse...
12 de julio de 2010
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3 comentarios:
Buen post! Yo soy uno de esos que tiene tres hijos, y por vago, aun no he ido al registro civil a casarme (risas).
PS: te voy a agregar a mi lista de blogs!
Te paso el mio, por si alguna vez:
http://votosponderados.blogspot.com
Gracias, Diego, por los comentarios. No sé bien para qué o quién escribo sino para mí mismo. Y si ahí se da algún encuentro, genial.
No entendí por qué sería irónico si yo no me quiero casar pero estoy a favor de que otros si puedan hacerlo.
Al menos yo tengo la posibilidad de elegir si o no (haga lo que haga) y el problema era que ellos no tenían ni siquiera la opción.
¿no?
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