Gente que se dio una vuelta


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1 de julio de 2010

Hush...

Soy una persona de silencio, no me asusta, me gusta. Incluso, no suelo escuchar música a mucho volumen, la TV baja... El ruido es lo que me perturba.

¿Han visto/oído la contaminación auditiva que hay?. No sólo los motores producen ruido, no sólo hablamos cada vez más alto, sino que cada quien pareciera querer ser escuchado por sobre los demás: los ringtones fortísimos e insoportables, las conversaciones ¿privadas? por celular a los gritos en el transporte público, la música que algunos escuchan y otros sufrimos en el bondi, el pum para arriba tinellesco.

Pienso: a más ruido, menos palabras. Y sin embargo, creo que muchos de esos ruidos nos dicen o quieren decir: acá estoy, pertenezco, tengo lugar, no me olviden.
Hay algo que es vejatorio de los silencios propios y es violento. Hay algo que me da tristeza en esos no decires que se gritan.

Creo que nos debemos un poco más de silencio para poder escucharnos. A nosotros mismos y a los demás.

3 comentarios:

Mariana dijo...

AH la nueva moda de ir en el colectivo con el celular o mp3 escuchando música a todo volumen sin auriculares no la soporto ! si yo no quiero escuchar música o quiero leer o quiero escuchar mi música o quiero conversar porque estoy acompañada. Una falta de respeto total ! lo peor es que no les podés decir nada porque no entienden y terminás pasando un mal momento. En fin.

Tincho dijo...

No se si alguna vez disfrutaron del silencio entre dos o más personas. Tiene la simpleza y la bastedad de las cosas grosas de la vida. Es hermoso! Yo lo aprendía a fuerza de controlar ese impulso ansioso por llenar una conversación, con Diana, una amiga que hace mucho no veo. Es una gran administradora de los silencios y de las palabras. Cuando entendí como venía el ritmo, lo disfruté y ya no pude dejar de admirarlo.

Pablete dijo...

Sí lo sabremos, Tincho... Es parte de lospaisajes recorridos, creo.