
Me espanta, digo, me horroriza casi, el pacifismo de algunas personas que no distinguen un zapallo de un BMW. Digo, los que optan por eliminar toda forma de diferencia con un mensaje de paz y amor, de no, chicos, eso es discriminar. Y entonces las palabras, cualquiera, casi, es discriminatoria: viejo, negro, enano, gordo...
A ver... ¿joven, blanco, alto, flaco no lo son?.
¿Qué quieren que les diga?. A mí me da orgullo tener prejuicios pero poder manejarme más allá de ellos. Es decir: si tengo que confiarle mi billetera a alguien, no se la doy al cleptómano. Sería un idiota consumado. Lo que no quita que con el cleptómano podamos salir, por ejemplo, a tomar un café.
No me creo tan puro, ¿vio?.
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