Gente que se dio una vuelta


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7 de agosto de 2011

Extranjero acá no más ll

Para acentuar la extrañeza.

Esperaba me cobren en el súper; fila algo larga, dos hombres atrás. Un poco más allá de los 65 años, uno de ellos con fortísimo acento italiano, le recriminaba al otro algo. Concentré todas mis fuerzas para no perderme el diálogo.

-Estoy enojado con vos.
-¿Conmigo?
-Sí. Perche no creés en la reencarnación

Se pone bueno, pensé. En la cola del súper chino, en barrio ídem, un tano discutiendo con otro señor sobre reencarnación, vidas pasadas, y demases.

-No, yo no creo en eso. Creo en la vida después de la muerte y en la resurrección. Sólo una vida, y luego vida eterna con Dios.

Bien, dije; al menos no se queda en el alma suelta por ahí, sino que habla de resurrección.

-Ma, ¿no viste lo de los homosexuales?

Sí, eso dijo.

-No, ¿qué cosa?.
-Ellos en l'otra vida eran mujeres que encarnaron en el cuerpo equivocado (léase ecuivocado). Por eso dicen que le gustan los hombres y se ponen pechos.


Genial: no sólo resolvió las dudas sobre la reencarnación, sino que también el origen de la homosexualidad. O de los travestis, al menos. Pero se ve que el señor no distinguía demasiado.

Juro que lo escuché.

2 comentarios:

La Memoriosa dijo...

Ay ¡no puedo parar de reirme! ¡Cuánto surrealismo por dios! Sigo muerta de risa por lo 'abusrdo' de la situación. Justamente, son las situaciones más absurdas que encierran más riqueza, yo creo: ¡acerca de estos dos minutos se podría escribir un compendio! Gracias por compartirlo.

Vale Marsans dijo...

GENIAL!!
Creo que si tenes que escribirlo como una fantasía no te sale!!