Gente que se dio una vuelta


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27 de febrero de 2011

Elemental II

Mientras que no se termine de parir lo que se viene gestando, debemos convivir con las ambigüedades de lo que fue, lo que está siendo, lo que desearíamos que fuese, lo que se puede ser... Y los fantasmas.

Uno de los fantasmas que acechan y que asustan -tanto a progres como reaccionarios, pero más a los segundos-, es el relativismo, la falta de un discurso absoluto que explique todos y cada uno de los aspectos de la realidad: la muerte de dios o del padre (Nietzche, Lacan -gracias, Nati por el dato-); la caída del muro y el reacomodamiento de la utopía socialista, el fracaso del neoliberalismo, manifestado en la crisis financiera de occidente; el subjetivismo y el imperio del individuo, que no es lo mismo que el sujeto o la persona.

A mí, personalmente, no sé si me asusta el relativismo. Me da más susto otra cosa que está dentro de éste: la falta de seriedad, la no reflexión, lo a-crítico. Quizá es medio snob o elitista-intelectualoide, pero que todo pueda ser, que todo es posible, no significa, necesariamente, que todo sea bueno. En algún punto, mi enano fascista me dice que sigue habiendo algo mejor, aunque no sepa bien qué es ese algo.

Y en este revuelto de épocas, de ideas, de búsquedas, muchos/as, dialogamos con honestidad, con pureza de corazón y limpieza en la mirada (tanto-cuanto-se-puede) para recrear y renombrar.

1 comentario:

monnybotte dijo...

Cro que muchos tenemos ese enano fascista dentro nuestro...