Gente que se dio una vuelta


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30 de noviembre de 2010

Me saca mucho, poquito, nada... Mucho! ll

...se mete más adentro de lo que podamos imaginar... decía.  Entonces te encontrás con una hostilidad externa notablemente exacerbada. Porque el maleducado es, ante todo, parcial.


Me explico: es parcial porque sólo ve, escucha, juzga, responde, habla, actúa desde una parte (parcial, parte, son parientes etimológicos). Es decir, su percepción es la totalidad, es imposible, o al menos tarea titánica, que pueda salirse un poco de su ombliguismo centralizado y centralizador: todo empieza y termina en él, en ella -todo menos las responsabilidades, esas son ajenas, siempre-.


Entonces el/la maleducado/a cree que las cosas son por, para o en contra suyo. Juzga -como lo hacemos todos, obviamente- pero sin lugar a que entre la posibilidad de algún error de su parte, o de otra posibilidad. Tiene algo de psicopatón, porque termina enredándote de tal modo que, pase lo que pase, sale indemne y la culpa, la responsabilidad, es tuya. No puede ni sabe ser autocrítico. Y esto acentúa su mala educación. Como es perfecto/a, no puede ni tiene por qué cambiar. 


(seguirá, no sé cuando).

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