Gente que se dio una vuelta


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14 de noviembre de 2010

Ejes

La normalidad normaliza. Quiero decir, el ritmo diario que se nos hace rutina, puede ser sumamente sanador. Después de un golpe, de una enfermedad, de un duelo, una ausencia, un poco de normalidad viene bien.

Retomar ritmos, comprobar que es sol sigue calentando la piel, que las demás personas ríen, trabajan, hablan, nos tocan. Ayuda a recuperarse de aquellas cosas que nos sacan del eje. La respiración retoma su ritmo, el corazón el suyo. Como cuando mecemos un bebé, ese ritmo nos entra, se hace propio.

Más que escapar a espacios lejanos, encontrarnos en los cercanos, los internos. Hace lindo; hace bien.