Gente que se dio una vuelta


© Copyright

Si querés copiar y pegar, claro que podés; pero citá la fuente, ¿sí?. Gracias.

18 de febrero de 2014

Talismán

Hace casi dos años me compré unas Moleskine: una pequeña, tamaño bolsillo, otra más grande, tamaño cuaderno. Fetiches estéticos que me contagió Tincho. Hemingway las usó. Matisse y Picasso hicieron unos bosquejos.

Durante más de 6 meses no las abrí. Quitarles el celofán protector se me ocurría doloroso. Me animé, con el tiempo y abrí la más chica. Me llevó bastante tiempo ponerle mi nombre. No tiene otra anotación. La grande sigue intacta.

Las guardo para... no sé para qué. Alguna idea brillante, la gran revelación del sentido de la vida y la historia, una novela que aún no conozco, una tesis innovadora.
Mientras tanto las veo descansar a salvo sobre la mesa del comedor. Las miro y les pido, silenciosamente, un par de motivos como para usarlas.

No hay comentarios: