Gente que se dio una vuelta


© Copyright

Si querés copiar y pegar, claro que podés; pero citá la fuente, ¿sí?. Gracias.

8 de febrero de 2014

Cada vez

Canta Aute:

Tu sed transubstancia mi sudor
en vino que bebemos en cada beso.
Tus pies no se hunden
en los lagos de mis lágrimas.
Tu saliva siembra la luz
en la noche de mis ojos.
Tu voz resucita mis músculos dormidos
mis latidos sepultados.
Tus manos, cuando me tocan,
curan mis heridas más invisibles
Tu hambre fecunda peces 
que se multiplican como deseos de humedad
en el múltiple pan, pan de mi cuerpo.
Cada vez que me amas, es un milagro.
Cada vez que me amas, Luis Eduardo Aute.

Imagino que la habrá compuesto mirando a algún amor, alguna mujer conocida que sabía cómo amarlo. Sobrepasado por el amor siente que es un milagro: hay cosas que este amor hace en él que rebasan, desbordan lo esperable.

Algo así siento al saberme amado, al asombrarme del amor -cariño, cercanía, compañerismo, ternura, exigencia, reposo, encuentro, mano, risa, abrazo- que recibo, a veces tan inmerecidamente. 

No puedo menos que sentir que cada vez que me aman, es un milagro. 
Agradezco.

No hay comentarios: