Gente que se dio una vuelta


© Copyright

Si querés copiar y pegar, claro que podés; pero citá la fuente, ¿sí?. Gracias.

23 de enero de 2014

Allá, allá

Joaquín tiene un año y medio y la sonrisa tirana de un seductor.

Extiende los brazos y mira con ojos tiernos para que lo levante. Una vez en brazos, señala aleatoriamente pidiendo-ordenando: Allá. Vamos para allá sólo para que vuelva a señalar otro allá. Así un buen rato hasta que quiere bajarse, pero en breve comenzará otra ronda

Tantos de más de un año que nunca encuentran el allá que buscan y no por inconformistas que aspiran a más, sino por incapacidad de permanecer en un acá que no es ideal pero que es real, que es desafiante e invita a comprometerse con él.
El allá que puede ser temporal, aquel pasado o ese futuro -que ya no existe o que todavía no existe-; físico, otro país, otro barrio, otro lugar; relacional, otra pareja, otro hijo, padre, jefe; vital, otra vida que nos satisfaga.

Hasta retomar la rueda de alláes.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hoy tocaste un pensamiento/sentimiento muy intimo, hace rato que pienso en ese allá ideal (otro hijo) y vuelve el tiempo hacia este acá (MI HIJO, ESTE HIJO)el que tengo ahora y me falta tiempo para disfrutarlo a full... entonces ese allá será tan ideal? valdrá la pena??? por ahora me quedo acá... el tiempo dirá...

Ana

Pablete dijo...

Creo que a veces el "allá ideal" no es distinto en el sentido de otro diferente, sino el mismo pero mejor, diferente en cualidad. Quién sabe entre cuántos allás nos estemos moviendo.
Gracias, Ana.