
Surgen, me parece, de la decepción, del globo que se pincha, de la ilusión que se esfuma. Bienvenidos, igual, pero no nos engañemos. En cuanto se normalice la situación, cada quien a su juego.
Pero por suerte quedarán algunos que sigan sospechando del cuento.
1 comentario:
Es tal cual, la decepción que me genera el indignado del bolsillo, que cuando vuelve a su poder adquisitivo se olvida porque reclamaba... me aucerdo hace no muchos años el cantito "piquete y cacerola la lucha es una sola" hoy pienso el antagonismo del piquetero y el ahorrista...
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