
Es decir:
como si de pronto sirvieses una mousse de salmón, ponele, a alguien que no se mueve del choripán. Y encima se queja del gusto de la mousse.
O como si quisiera que un Wachiturro entendiese la belleza delicada de Blackbird. No hay modo.
Como si le pidieran al Diego que enseñe filosofía.
O como si buscáramos sabiduría en la revista Hola.
Se me ocurren más ejemplos, pero mejor no...
1 comentario:
a veces cuesta mucho... y enoja mucho,pero no creo que "desperdicies tus talentos" en el intento hay trabajo tambien. Si tengo el paladar acostumbrado al choripan, por ahi tendría que empezar probando una milanesa antes que salmón...
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