Gente que se dio una vuelta


© Copyright

Si querés copiar y pegar, claro que podés; pero citá la fuente, ¿sí?. Gracias.

5 de mayo de 2014

Entre todos

Mil años atrás pasé dos semanas en el Cottolengo de Claypole. Un mundo aparte donde viven  cientos de hombres y mujeres con diferentes discapacidades físicas, mentales o ambas. Algunos en el borde de lo
humano... Son asistidos por hermanos y hermanas de la congregación que fundó Luis Orione, más varios colaboradores: médicos/as, enfermeros/as, terapeutas, terapistas ocupacionales, cocineros/as.

Algunos de los internos están postrados, otros andan en sillas de ruedas, muchos, la mayoría camina. Hay alianzas entre algunos: uno puede caminar y "adopta" a otro que anda en silla de ruedas y lo pasea, llevándolo de un lado a otro. Uno que no ve, anda agarrado al cinturón de un hombre con síndrome de Down, su lazarillo. El que puede y quiere, ayuda con los demás. Claro que cada tanto estalla una reyerta a título de una nimiedad. Pasa. Se pasa.

Me acordaba de esto porque sentía que tengo/tenemos que seguir aprendiendo a trabajar, vivir, fomentar la posibilidad de ser-con-otros. Ser-gracias-a-otros. Ser-para-los-otros. Como podamos, como se pueda.

No hay comentarios: