Gente que se dio una vuelta


© Copyright

Si querés copiar y pegar, claro que podés; pero citá la fuente, ¿sí?. Gracias.

7 de marzo de 2014

Pánico telefónico

Me llaman del banco para ofrecerme un seguro de vida, riesgos, accidentes, mal de ojo, hipo, acné y pie de atleta.

Correctamente se presenta -Alejandro, de MetLife- me avisa que la conversación va a ser grabada y me habla dando por sentado que me interesa su producto, que lo voy a aceptar y que es lo mejor que me puede suceder. Pasa a describir una serie de beneficios que puedo obtener si tengo antes muy mala suerte. Incluso morir, claro.

Le agradezco educadamente, le digo que tengo una buena cobertura médica, que no me preocupa morir, que no me interesa un seguro de vida...
Insiste queriendo saber y claro, infundiéndome miedo porque nadie está a salvo.

-No, gracias, no me interesa, Alejandro. Adiós.
-Pero no por ud., por los suyos.
-No, gracias, no me interesa, me parece que no me escuchás.
-Pero nadie está exento de...

-Lo sé, gracias, no me interesa. ¿Estás escuchándome?
-Pero...
-No, gracias, te digo. Chau.

Entiendo que es su trabajo. Entiendo también que insista. Me parece tremendo que la catástrofe sea parte de su discurso y peor, que no entienda que no me preocupa.

Vivo así, a la que te criaste.

No hay comentarios: