Gente que se dio una vuelta


© Copyright

Si querés copiar y pegar, claro que podés; pero citá la fuente, ¿sí?. Gracias.

29 de junio de 2013

Atravesados

Ayer murió un amigo querido. Jorge había ingresado poco más de una semana atrás al hospital, y enseguida lo derivaron a terapia intensiva: una neumonía fuerte. Promediaba los cincuenta años, sanísimo, laburador, servicial. Indujeron el coma para poder intubar y facilitar la oxigenación; no alcanzó.

No esperaba este descenlace. Me imaginaba esperando un poco más, yendo luego a verlo mientras terminaba de recuperarse en el hospital antes de que lo mandaran a la casa. Creía que íbamos a compartir más cenas, más bromas, más encuentros, más tiempos.

Nos reunimos a la tarde para celebrar la eucaristía -somos cristianos practicantes la mayoría-. Rezamos, acompañamos un poco a la esposa y al hijo, lloramos, dolimos.
Siento, más acá y más allá del dolor, que estamos atravesados por la esperanza tesonera, grande, más grande aún, de que hay más vida, más Vida. Y no siento que es consuelo, no: es certeza.

Hasta entonces, querido.

No hay comentarios: