Gente que se dio una vuelta


© Copyright

Si querés copiar y pegar, claro que podés; pero citá la fuente, ¿sí?. Gracias.

5 de junio de 2012

¡Sálvame, Freud! II

La noche del sábado al domingo me acompañó un sueño recurrente: por algún motivo, tenía que ¿esconder, descuartizar, hacer desaparecer? un cadáver. No había ningún tipo de placer en eso, para nada; sólo mucha angustia: ¿qué hago acá con esto?. De a ratos medio despertaba y creí darme cuenta que soñaba, para volver a caer en el sueño y volver también a angustiarme, a dudar si era fantasía o realidad.

¿Quién era el finado?. No tengo la menor idea. ¿Por qué me lo adosaron a mí?, menos idea aún. Pero me acompañaba en los diferentes escenarios de los diferentes sueños -o el mismo reeditado-.

Lo que me llama la atención es que pocas veces me generó tanto conflicto moral algo que me pasara en un sueño. Se ve que el súper-yo no duerme. 

No hay comentarios: