Gente que se dio una vuelta


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12 de enero de 2012

Kill me, Sigmund!

De chico me decían que me habían encontrado en la basura de los vecinos de al lado. Sí, ya lo sé, un tacto mis viejos... Un tiempo sospeché que era hijo de la hija de doña Elvira.

Luego me habían bañado con lavandina para que quedase más blanco -de paso, un toque de racismo, que no está de más-, aunque mucho no pudieron hacer, y me criaron. Ni siquiera era que me habían adoptado, no: me criaron, no más.

Me causaba angustia. No tristeza, ni miedo, sino aungustia. Me parece que, aunque percibía en algún punto que era un chiste, no dejaba de sentir que no estaba bueno.

Ahora, hay días que desearía que esa historia fuera cierta.

2 comentarios:

A n d r e a dijo...

bueno, mi mamá me decía mientras me tenia en su falda (en broma, claro)cuando habré tenido unos 4 años: "vos quien sos? ahhh mi vecinita!" y yo "no, soy tu hija" "ahh sos una amiguita!" y yo "no, soy tu hija" (un poquito mas alterada, casi llorando) y asi seguia hasta que veia que estaba a punto de llorar... que linda mama!!! igualmente daria lo que fuera por tenerla conmigo hoy, en fin

Anónimo dijo...

Doña Elvira fue la mejor Abuela del mundo, y mi mama una genia, toda la familia MATERNA FUE UN ENCANTO, no recuerdo haber sido lavada en lavandina, sin embargo recuerdo que mi abuela paterna entalco a una tal Miriam con talco por su colorcito!
Viva mi querida abuela y su hija y su nieta! te gusto? y a vos Andrea tmb?