No recuerdo cuál era la excusa o el motivo que nos posibilitaba gozar uno de esos días: en mi fantasía era porque nos portábamos bien, pero no lo puedo asegurar. Entre primero y séptimo grado no sé si fuimos tres, once o cuarenta y siete veces.
Colegio de varones, así que ir al bajo era sinónimo de jugar al fútbol o armar equipos para competir -sí, competir, la diversión no contaba, por más que los perdedores dijéramos que era lo importante-en carreras, saltos, softball, o lo que fuese. Comíamos sucios y cansados.
Sigo sin saber por qué íbamos: si era premio, si estaba preestablecido, si...
Sospecho que no saber era parte de la estrategia de la época.
Sospecho que no saber era parte de la estrategia de la época.
No hay comentarios:
Publicar un comentario