Me golpeó en la nuca y en el pecho a la vez. Terminé de leer El informe de Brodeck, de Phillipe Claudel. Un informe que son dos: el que Brodeck hace de un crimen y el de su paso por los campos de concentración.
Un lugar no determinado, una aldea casi no tocada por la guerra, unas palabras medidas con cuentagotas.
El tiempo de la narración que va, viene, se entremezcla. Un tema/escena que comienza, da paso a otro, se retoma, no cierra. Las complicidades tácitas, el tufillo a podrido que no se termina de saber de dónde viene.
Algo me hizo eco. No sé si la maldad que se multiplica solapadamente, la imposibilidad de enfrentarla por oculta, la debilidad del menos malo, la huida del horror.
Algo me hizo eco, sí. Si lo leen (o leyeron), cuando vean por qué mataron al Anderer, puede que ahí haya alguna pista. Algún eco.
12 de septiembre de 2013
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