Y para qué negarlo: yo soy muy gente...
Charla en el colectivo que me impidió abstraerme en la lectura. Dos señoras, de 50 y un poco, bien de barrio.
-Yo le dije: Nena, ese no te conviene a vos. Haceme caso lo que te digo.
-Pero al final siempre hacen lo que quieren, para qué es madre una.
-Vos viste como es ella, que se emperra y no la movés. Yo sabía que ese no le convenía. Muy desconfiado, muy celoso.
-Claro, y ella tan ligerita...
-Sí, el hambre y las ganas de comer, se juntaron.
Moraleja: mujer, si tienes tendencias infieles, busca un imbécil crédulo.
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