"El odio engendra odio y la violencia, violencia"
Sí, no lo dudo. Aunque creo que más odio y más violencia engendra negar que sentimos cosas tan extremas. O negar, en general. Armar una verdad falsa que nos conforme, que nos haga parecer más al "yo ideal".
Un ideal que, si se desarma, nos aplasta.
Claro que sería más lindo, sería mejor (¿seríamos mejores?) si pudiésemos estar libres de esas zonas, de esos sentimientos, de deseos oscuros. No lo discuto para nada. Es lo ideal.
Neguemos, no más. Hace rato que la verdad no importa.
1 de junio de 2013
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