Loquitos y sus locuras. No siempre les tengo ganas, tiempo y paciencia para oírlos, escucharlos. Unos sufren mucho, otros son felices. Y al revés y de a ratos también.
Sucede que a veces me quedo enganchado en el discurso del delirio, en la fantasía que es tan real, más real que la misma realidad.
¿Qué es lo que nos separa a unos de otros?
¿Qué es lo que nos separa a unos de otros?
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