Comenzamos a tomar el té a eso de las 16,30. Té, mate, café; un par de tortas, waffles, medias lunas con jamón y queso... Nos convocaba el festejo de los 39 de Martín y era feriado. No teníamos apuro. Varios adultos, siete varones entre los 8 meses y los 5 años. Ideal la hora, porque los pequeños podían jugar y no había que pensar en acostarse temprano.
Nos fuimos quedando, charlando, probando el regalito que le hicimos al cumpleañero -un braserito de campo, caprichos que nos permitimos convertir en muestras de cariño-. Algunos se fueron, otros nos quedamos. Se hizo la hora de cenar: unas pizzas, como para decir que cenábamos, pero en verdad excusa para prolongar el encuentro y destapar un vino rico.
En la charla aparecen: el país, los sueños, los miedos, los proyectos, los logros, los intentos, las frustraciones. Las palabras del otro, de la otra, nos reflejan, nos espejan, nos recuerdan.
Calor en un día fresco.
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2 comentarios:
Mucho disfrute!! Una amistad que no se desgasta, sino que crece con los años, alimentándose de los cotidianos momentos compartidos. Descanso y relax. FE-LI-CI-DAD!
Mucho disfrute!! Una amistad que no se desgasta, sino que crece con los años, alimentándose de los cotidianos momentos compartidos. Descanso y relax. FE-LI-CI-DAD!
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