Postergar es una muestra de paciencia y sabiduría, de madurez.
Los niños, en su mundo de inmediatez, no pueden postergar: todo es para ya. Un
bebé necesita que
le den de mamar cuando tiene hambre. No hay más realidad que su necesidad
imperiosa.
Mientras caminamos y crecemos, con suerte
aprendemos que aunque no comamos inmediatamente el mundo no terminará y
eventualmente nos saciaremos. Metáfora de tanto.
Siento que muchos acumulan edad y no crecen.
Que hay exceso de pulsiones demandantes y poca capacidad de postergar (que no es
lo mismo que postergarse).
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