- los de las fórmulas hechas: desde te doy mi pésame -no, gracias, llevátelo, no lo quiero-, pasando por mis condolencias, al te acompaño en el sentimiento -dejáme sólo, ¿querés?-.
- la que necesita saber: ¿a qué hora murió? ¿estaba enfermo? ¿quién avisó?
- los que compiten para ver a quién le duele más
- la que se encarga de que los deudos lloren: no soporta verlos tranquilos y taladra la cabeza hasta lograr el llanto
- el que quiere quitarle protagonismo al mismo difunto
- los que amenizan la velada con anécdotas de gusto dudoso
- la que nos recuerda, de a ratos, que no somos nada
"Esperando la carroza" se quedó corta.
Da para años de estudio, vea...