Al menos la podés contar, respuesta que damos o nos dan cuando narramos una situación adversa que atravesamos y que nos atravesó: enfermedad, dolor, pérdida material o simbólica, lo que fuere.
Justamente porque lo atravesamos, pasamos, sobrevivimos, podemos contarlo, narrarlo, decirlo. El que no la pasó, sobrevivió, atravesó, no puede contarla: por inexperiencia (no sé lo que es un parto, no puedo contarlo), por ausencia (murió, no está para decirse).
Narra el que vive, el que sobrevive, el que nos sobrevive.
Narrar es tener vida y memoria.
Somos narraciones. Somos lo que narramos. Un poco más también.
12 de mayo de 2013
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