Se estaba por caer la pileta de la cocina y vinieron a arreglarla. Debajo de la mesada, como corresponde (?) están algunas ollas, el aceite y varios tuppers. Hubo que desalojar los estantes para que quien vino pudiera trabajar.
Cuando volví, en la cocina reinaba el caos de los recipientes, la suciedad post arreglo, las cosas diseminadas por todas partes. Junté coraje y comencé a ordenar, limpiar, lavar, acomodar. Aprovechando el arreglo, el desorden, el impulso, tiré recipientes sin tapas, bandejas de plástico medio rotas, algún frasco. Un proceso catártico.
Luego pensé: como tantas otras veces del caos a la purificación, a la selección, al orden.
Caramba la parábola.
11 de mayo de 2013
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1 comentario:
Un capo, saca una parábola de un tupper!
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