¿Viste cuando te despertás con una canción en la cabeza y te acompaña todo el día?
Algo así con las preocupaciones: me acuesto con un par en el subconsciente se disfrazan para aparecer en algún sueño, las reencuentro al cepillarme los dientes.
Hay días en que hablan más fuerte. Otros casi ni se oyen, pero están. Como también están la confianza y los amores, las lindas obsesiones y los deseos.
No puedo negarlas, ocultarlas, callarlas. De una manera que no termino de entender, me marcan el paso, el camino, lo que hay que atender, escuchar, mirar. No son necesariamente malas. Avisan, no más, que el camino es arduo.
8 de mayo de 2013
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