Manuel -5- había dibujado su mano (eso que todos hicimos de apoyar la mano en un papel y repasar el contorno). Un dedo de cada color, la palma de otro. Estaba orgulloso. Lolo -4- quiso ¿colaborar? e hizo unas líneas amarillas saliendo del meñique. Manu se molestó y lloriqueando nos trajo a su mamá y a mí el papel para que contempláramos tamaña afrenta.
Inmediatamente le propuse que aprovechase y dibujase rayos saliendo de cada dedo, como si fuera la mano de un superhéroe. Mariana lo desafió a no repetir los colores. Al rato volvió con su dibujo recargado y orgulloso del resultado.
Pensaba... ¡qué suerte cuando tenemos quien en lugar de consolarnos y calmarnos, nos desafía a más!
No pocas veces nos superamos gracias a lo que otros nos proponen como reto.
Gracias por eso.
27 de mayo de 2013
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