Todos queremos agradar, ¿no? La necesidad de ser amados o al menos, de sentirnos amados, atraviesa el resto de las necesidades.
De muchas maneras, nos maquillamos, nos arreglamos, presentamos el mejor perfil. Estrategias, que le dicen.
Algunos optan por salir a cara lavada y es un alivio.
Otros, se mueren por un gesto de aceptación.
Unos se prostituyen por una caricia.
Quien esté libre, que arroje la solución.
16 de abril de 2013
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2 comentarios:
nacemos y seguimos viviendo porque algún otro nos amó incondicionalmente, siempre anhelamos ese amor, esa unión... y a veces se nos hace una necesidad imperiosa, a veces es condición para "ser", tan básico (de las bases) cómo eso.
Yo te quiero Pablete!! jaja.
Me recordaste a algo que decía una teóloga: el anhelo de lo pleno, del Dios que colme, no es proyección vana, sino recuerdo de lo que ya tuvimos en el seno.
Besos y, con o sin maquillaje, te quiero, M.
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