Charlaba en terapia de varias cosas al mismo tiempo. Una de esas era la superficialidad. Le decía al doc que me resulta entre increíble y violenta la poca capacidad para re-flexionar, preguntar-se, profundizar más allá o más acá de los hechos para ver un par de causas.
A mí me sale casi de manera automática, entonces me cuesta horrores entender que otros no puedan deducir, prever, sospechar. Y no me refiero a encontrar un nuevo giro copernicano, sino, qué sé yo, a ir un poco más allá...
Me dio mucho gozo cuando el doc, en un momento me dice:
-Ni te explico cómo se nota acá. Con algunos pacientes es casi imposible profundizar porque son pura superficie.
Lo quise mucho.
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