Cuando era chiquito tenía una teoría -y recuerdo habérsela comentado a mi madre-: las cosas que tenían mucha publicidad la tenían porque eran malas y se las querían sacar de encima. Por eso les hacían jingles, fotos, publicidad en la tv, radio...
Creo que la responsable de esa teoría fue la campaña de una heladera nuevísima y moderna -tan moderna como podía serlo a fines de los '70-.
Veo en la casa de fin de semana de una prima, ahora, que la Siam que había en casa de mis padres en esos años sigue sirviendo, humilde, de heladera auxiliar. Mi padres van por la tercera o cuarta desde esa.
Mantengo mi teoría, con algunos retoques y no sólo para heladeras.
2 comentarios:
Noooo que grande la Siam! Un genio el que se le ocurrió la manija con bocha en la punta! Abrir la heladera era como pasar los cambios.
La que estaba en la casa de mi abuela la sobrevivió incluso a ella.
Adhiero a la teoría.
La bocha era lo más, además rebotaba un montón -y rompía hasta el cemento del suelo-.
La ventaja de esa manija era que se movía para atrás, para los costados, para abajo... sí, era como manejar.
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