Desde tiempos prebíblicos, la zona que hoy llamamos Israel, fue disputada por diferentes etnias, tribus, imperios, reyes... Estando en un enclave de rutas comerciales (por tierra, de Asia a África, de Asia a Europa; por agua, bañada completamente por el Mediterráneo), quien la dominara se haría con más que un territorio.
Siglos después, las razones varían, las disputas siguen.
Creyentes o no, unámonos a este pedido, a este deseo.
Que la tierra prometida a Abraham, padre de judíos, musulmanes y cristianos, tenga paz.
Que la tierra prometida a Abraham, padre de judíos, musulmanes y cristianos, tenga paz.
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