Un hombre, separado recientemente de su esposa, contrata a una piadosa mujer musulmana -como él mismo-, para que cuide a su padre senil mientras él y su hija de 11 años no están en su casa. El esposo de esta empleada no sabe ni debe saber que ella trabaja sin su autorización. Nos enteramos que ella está embarazada cuando su hijita, que cada mañana la acompaña al trabajo, apoya su cabeza en el vientre de la madre para oír y sentir al bebé.
Al tercer o cuarto día, cuando el hombre vuelve a su casa, la empleada no está; el anciano está caído junto a la cama, atado. La mujer se fue. Cuando regresa, discusión por medio, comienza la acción dramática.
Acusaciones cruzadas y múltiples. Verdades que son mentiras. Machismo. Mujeres que buscan. Varones enfrentados. Miedo a ofender a Alá. Mentiras que son verdad. Niñas que saben sin saber que saben.
Acusaciones cruzadas y múltiples. Verdades que son mentiras. Machismo. Mujeres que buscan. Varones enfrentados. Miedo a ofender a Alá. Mentiras que son verdad. Niñas que saben sin saber que saben.
Una rara sinfonía, en un idioma raro, que provoca por lo posible y real.
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