Algún cráneo -masculino o femenino, como fuere- cree que eso es un modo de celebrar a las mujeres. Más de uno o una estará feliz con esa cosa edulcorada, deforme y tan propia de una manera de concebir a las mujeres, plurales, múltiples, variadas como una única feminidad que quiere saber lo que las estrellas le deparan mientras se relaja respirando hondo, deseando ganar algo tan trascendental como una tostadora.
Prefiero celebrar
- a las que sufren violencia, de parte de los varones y de parte ¿peor aún? de otras mujeres.
- a las que hombro con hombro, o pasos más adelante que nosotros, dan la vida y no sólo dan vida.
- a las que me hacen mejor varón, más hombre completo.
- a las que trabajan más que nosotros para lograr la mitad mereciendo el doble.
- a las que no quieren ser lo que tienen que ser sino lo que desean.
- a las que ni siquiera saben que tienen derechos.
- a la que me parió y a las que me siguen pariendo.
A ellas, sin tostadoras ni horóscopos, ¡salud!
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